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FACEDEVIANT
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LEY

Mensaje:

19:33 Oct 17th
Camila

TITULO de su relato

Me enamore de mi secuestrador (primera parte
Cuando tenía 14 años, llegue a estudiar en una escuela pública, luego que a mi papá lo estafaran, sin embargo había un chico del que todavía era amiga en la escuela privada y como ya éramos adolescentes, me empezó a atraer, porque se estaba poniéndose guapo.

Todo eso, mientras en la escuela publica me escogieron la mas linda en un concurso, estaban todos locos por mi, pero había un chico en especial, que era muy torpe, bruto, raro y olia mal, enamorado de mi, no me hablaba, pero me seguía a todas partes y me miraba a escondidas, pero a mi no me gustaba, es mas, lo trataba mal cada vez que lo veía.

El chico de mi otra escuela, en serio se estaba poniendo muy lindo, y le hablaba por facebook, lo llamaba y el ni siquiera me contestaba, se supone que yo también le gustaba, pero es el chico el que tiene que ser detallista, no nosotras, mientras el chico tonto y feo, empezó a hablarme (tartamudeando) y aunque era tonto, si mostraba mas interés por mi, pero ay que asco, su cara de espinillas, y tan alto, un día me vio caminando y el estaba trabajando en el mecánico (revisando unos neumaticos) y me vio y vino corriendo y así todo suicio, hediondo y traspirado me saludo, me pregunto si podía darme un beso en la mejilla y lo deje y el muy bruto como es un gigante y no controlaba su fuerza, en vez de saludarme, me dio un cabezaso y el me pidió perdón, y me acarcio mi cara.

Como un caballero y tartamudeando porque se ponía nervioso al verme, me dijo que lo esperara que salía en un rato del trabajo y el me iba a dejar.

Continuará está historia
14:00 Oct 6th
Leo

País

Argentina

TITULO de su relato

Me alegra
Me alegra ver que el foto volvió a funcionar.
01:38 Jul 25th
Leo

País

Argentina

TITULO de su relato

Saludos a todos
Saludos a todos los miembros, bueno, después de bastante tiempo he vuelto. No he podido recuperar mis historias antiguas así que tampoco podré terminar aquellas que quedaron inconclusas, lo lamento. Pero tengo una nueva idea para una historia, y espero esta vez poder darle cierre.

LOS QUIERO.
01:36 Jul 25th
Leo

País

Argentina

TITULO de su relato

"El tratamiento" parte 1
"El tratamiento" parte 1

- mmmm... la verdad es que no estoy realmente segura de si es buena idea dejarte ir.
- ¿qué? Por favor señorita, ya ha quedado demostrado que se trató de un error, no tengo ningún problema psicológico y no debo estar aquí.
- Bueno, aunque soy joven tengo mucho experiencia con este tipo de casos y siempre los que más ayuda necesitan son aquellos que dicen no necesitarla, son reacios al tratamiento y juran estar completamente sanos. Lo mejor será que te quedes unos días más.
- ¡no! He estado tres días enteros encerrado aquí con camisa de fuerza intentando explicarles las situación a los enfermeros pero no me daban importancia, creían que estaba loco o algo así, apenas podía mover los brazos y sólo caminaba por mi habitación. Le repito, es un error, no tengo ningún tipo de problema psiquiátrico.
- espera, ¿dijiste que apenas movías los brazos, caminbas y hablabas con los enfermeros?
- pues... si, así es.
- bien, eso significa que tuviste el grado de restricción más suave y flexible, se le da a los que sólo tienen algún ataque de ansiedad. Pero viendo tu reacción ante el tratamiento, creo que tu estancia será con otro grado de rigidez.
- ¿qué estancia? Le estoy diciendo que no debo estar aquí.
- es fácil darse cuenta de tu estado, lo lamento mucho. Chicos -dijo la doctora mirando al personas del seguridad- vuelvan a poner al paciente en su estado de seguridad, pero está vez con un grado de restricción mayor, la camisa bien ajustada, sin ningún movimiento posible, una mordaza bien colocada y obviamente aten esos tobillos y muslos con los cintos correspondientes.
- si señora -dijeron los tres hombres-
- ¿y... qué es lo que veo? ¡el paciente lleva puestos jeans! Por favor señores, saben que eso no está permitido.

Continuará
19:30 Jul 6th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

hola a todos
Hola muchachos, espero que estén muy bien. Aquí está el capítulo 5 de mi historia, ya estoy trabajando en el siguiente. Hago extensiva mi invitación a que me escriban a mí mail (está en unos mensajes más abajo de este) por si quieren algún capitulo o escena especial y para saber que opinan de ella. Sus opiniones son muy importantes para mí. Saludos
19:27 Jul 6th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MASCARA 5.5
El hombre se los quito y se quedaron en su sitio mientras limpiaba. Alex usaba sus manos para secarle el sudor al otro niño, sus labios seguían ferreamente sellados como hace una hora y media. Trataba con sus puños de sentir sus labios, sus dientes podrían liberarlo pero estaba totalmente amordazado.
Cuando el piso se llenó de detergente y cera para pisos el niño empezó a rascarse la nariz y eventualmente empezó a estornudar. ni un estornudo hizo mover toda la cinta que tapaba su boca.

Si ves? Ahora por tu culpa se va a enfermar ese mocoso, ven acá

El hombre se acercó y volvió a cubrirlo con la mascarilla. Aquel hombre limpió y enceró el piso y cuando terminó se los llevo a los dos de ahí al comedor, ya era un poco más de mediodía y hacia hambre. Dentro del comedor los liberaron y disfrutaron de otra comida gourmet que calmo los ánimos

-Oye porque nos atan por todo aqui?
-Pues esas son las reglas
-No entiendo esas reglas
-No trates de entenderlas, solo esfuérzate en no -romperlas
-Porque dices eso?
-Porque ya entendí que ser sumiso tiene sus ventajas
-Y tú me vas a cuidar siempre?
-Lo haré hasta que pueda

Al terminar fueron al cuarto y se lavaron los dientes. Se cambiaron la ropa a una más cómoda y debían dormir. Alex le pidió a la señora que cuida su cuarto que lo dejara atarlo y luego el se dejaría atar por ella.

-Vamos a dormir una pequeña siesta reparadora
-Está bien
-Ya conoces las reglas
-Ay también
-Sip, también. Pero no te preocupes, yo te cuido. Te voy a tapar la boca de primero
-Nono, por favor que sea lo último
-Está bien, entonces te voy a tapar los ojos

Alex le puso unos parches en los ojos bien pegados. Le quedaban grandes, lo cual es bueno

-Ahí está bien?
-Yo diría que sí
-Ves algo?
-No veo nada
-Bueno, trata de no despegarlos
-Está bien
-Perfecto, dame tus manos.

Alex comenzó a envolverlas gentilmente para no hacer presión.

-Cómo te sientes?
-Me pican un poco las manos pero bien, todo bien
-Eres un buen chico, tus manos ya quedaron
-Ahora sigue tu boca, tratare de ser suave vale?
-No me las vas a atar juntas?
-No hace falta
-Está bien

Alex tomó un parche de cinta transparente y lo puso sobre su boca, quedó bien tapada. La presionaba para que quedara lisa con sus dedos

-Ahí estás bien?
-Mmmph mmph- contestó
Sus labios no se movían un centímetro

Ahora me toca a mí
El niño se abalanzó sobre Alex y le dió un beso con sus morros tapados en la mejilla y lo abrazaba con fuerza, genia tiernamente

Yo también te quiero, ya, decía Alex mientras sonreía, suéltame o te voy a atar las manos a la espalda... Nah es broma.

Alex se amordazo a si mismo con otro parche y fue atado y vendado como el y se acostaron abrazados a dormir. Comenzaron a gemirse y le pasaba la nariz por la boca a Alex. Sentía el plástico cubriéndola y su respiración en su cara.

Al despertar seguían atados y ambos sentían muchas ganas de no estarlo. El niño seguía dormido y Alex se levantó de la cama. Trataba de quitarse los parches con los puños pero era muy complicado. En eso un cuerpo lo abordo y lo sostuvo para poder quitárselos de los ojos.

-Ya ya mi vida aquí estoy, tranquilo, le decía una señora.

La señora tomo una pequeña Navaja y cortó una ranura sobre los labios encintados de Álex, por la.que pasaba una pajita y le dió de beber agua helada con una de ellas. A Alex le fueron liberadas sus manos

-Quédate quieto- decía, no quería lastimarle sus labios.

El pequeño seguía dormido y fue despertado gentilmente. Aún atado, amordazado y vendado fue desvestido y le pusieron un uniforme escolar, el que usan en el pregón. Camisa blanca y chaleco azul marino, pantalones de igual color y calcetines largos blancos.

Sin desatarle los puños, fue esposado por detrás y ya cuando estaba atado le quitaron la cinta de la.boca para que bebiera un poco. Acto seguido le pusieron una ballgag y una venda de algodón negra. El niño oponía resistencia pero era inútil. Y fue llevado a otro sitio. Gemía con miedo y no quería que lo apartaran de Álex.

El se quedó mirando y por dentro estaba algo preocupado. Se le dió un uniforme como el del pequeño y se le ordenó bajar con prontitud.

-Vístete rápido, vamos a dar un paseo.

Alex se vistió y bajo rápidamente. En la parte inferior se encontró con angel, quien esperaba unos niños que venían de la otra parte de la hacienda, estaban uniformados como Alex y harían parte del viaje, algunos no estaban amordazados pero conservaban los modales. Otros tenían su ballgag de dotación o mordazas simples de cinta.

Cuando llegaron, antes de abordar el autobús, las cuidadoras de esos niños comenzaron a liberarlos de cualquier atadura o mordaza que tuvieran, en eso llegó Minerva, que estaba dentro de las oficinas y comenzó a hablarles a los niños en fila.

-Algunos de ustedes no conocen aún a don Ángel, se los presento. Iremos a un sitio especial donde tendrán que comportarse, estaremos allá un par de días. Los escogí por su bien comportamiento. Cómo saldremos del pregón, necesitamos ser discretos, entonces para ello hemos diseñado el siguiente protocolo. Algún voluntario?

Como.nadie se puso adelante, Minerva escogió a un niño cualquiera. A ese niño le envolvieron las manos en cinta médica color carne y le taparon la.boca con un parche de cinta transparente muy bien puesto, que no le dejaba ni sonreír.

-Todos irán así para no levantar sospechas. Quien no quiera ir así levante la mano.
19:25 Jul 6th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MASCARA 5.4
-Y no me vas a tapar la boca?
-Por qué lo dices?
-Siempre mantenemos con la boca tapada, si tengo que estar amordazado prefiero que lo hagas tu

Alex dentro de si quería un poco de silencio. Quizás vendría bien para practicar

-Quieres que te amordace?
-Prefiero que lo hagas tu a qué lo hagan esos señores
Y como quieres que lo haga?
-Pues no sé, no sé que sea lo mejor, algo que no me deje hablar.

Alex tomo un rollo de cinta negra, con el mismo tacto que la cinta aislante pero un poco más ancha, y lo abrió en frente de él, el niño estaba hipnotizado ante lo inminente.

-Quieres que te meta la.bola otra vez?
-Ay no, me duele la boca de tenerla metida tanto tiempo
-Entonces cierra la boca.

El niño metió para adentro los labios y un primer trozo selló su boca. Luego puso unos en cruz, que escalaban sus mejillas y un poco más en la parte baja de la barbilla, la mordaza era algo aparatosa pero sin duda eficaz. Alex presionaba con sus manos para que su boca quedara bien sellada.

-Ahí está bien?

El pequeño trataba de mover la boca y asintió con la cabeza

Alex en un movimiento sorpresivo lo tomo del cuerpo y comenzó a hacerle cosquillas. Sus deditos pasaban por todo su torso y abdomen, y el se retorcía y gemía de manera risueña.

-Y ahora?? Decía Alex entre risas
Ni después del forcejeo la mordaza había cedido, estaba fuertemente pegada a su cara, sin embargo la cinta le permitía sonreír un poco. Estaban divirtiéndose mucho

-Buen chico. Bueno, vamos a hacer el aseo para poder ir a comer. Déjame te pongo esto.

Alex tomo el tapabocas y lo doblo en la parte donde va la nariz. Tomo las cuerdas superiores y las ató por encima de la cabeza del pequeño.

Me dices hasta donde la aprieto" Alex comenzó a ajustar hasta que el gemido del niño le.indico que ya estaba bien. Luego tomo sus tiras inferiores y las paso por debajo de sus orejas, buscando atarlas fuertemente en su nuca. Se marcaba bien su barbilla y su nariz. Su mordaza sobresalía por los costados del mismo

Ahora sí, se pusieron a limpiar el cuarto. Alex limpió el piso mientras el niño tiró la ropa sucia y sacudia los muebles. Limpiaron debajo de la cama y lavaron el baño. Alex le daba pequeñas órdenes y el las cumplía. No sé demoraron tanto en realidad. El pequeño miraba con satisfacción a Alex por su labor y Alex sonreía. Al salir de ahí los esperaba un conserje, lo primero que vio fue al niño, le pasó la mano por la.boca y pudo.sentir que estaba amordazado, luego noto que la cinta negra salía por los costados del tapabocas.

-Vamos a la oficina del jefe

El hombre saco de su riñonera un rollo de cinta microfoam pero antes de que le tapara la boca a Alex lo detuvo

-Es necesario?
-Y quién te dió el derecho de preguntar esas cosas?
-N-no se enoje, solo que podríamos llegar a un acuerdo
-Tu no tienes nada que ofrecerme mocoso.
-Y que tal si me graba haciendo lo que quiera con su teléfono? Nadie se va a enterar y yo no le cobro nada.
-Me estás extorsionando?
-No, amordaceme si quiere, solo piénselo. No creo que vuelva a usar este traje de mucama nunca más

Alex le puso en pleno la cara y aún así no le tapó la.boca, se le ocurrió una idea

-Te voy a atar y te soltaré pero no quiero que el niño vea ni que se meta

-Perfecto

Alex se le acercó y le dijo lo siguiente

Mira, necesito que te quedes quieto un ratito, te voy a tapar los ojos pero sigo aquí
Mmmph mmph, contestó sin muchas ganas. Alex tomo un pañuelo y le cubrió sus ojos.

Luego el hombre le ató las manos a la espalda y lo dejaron en la silla del tocador, ni siquiera le quitaron el tapabocas.

-Ahora sí, que tengo que hacer?
-Pásame los puños.

El hombre uso más cinta negra para envolver los puños de Álex fuertemente. Tomo un pañuelo y lo metió en su boca y la sello con microfoam, un par de trozos cruzados que hacían ver su cara más redonda. Comenzó a grabarlo con su teléfono y saco varias fotos, le ordenaba moverse a diferentes ángulos.

Puso más microfoam en sus ojos y le pidió que tratará de quitárselo pero sus puños estaban apretaditos y el microfoam estaba bien pegado a su boca. Se veía muy indefenso y tierno. Al terminar le cortó la cinta de un puño con un bisturí y le ordenó desatarse el resto solo

Mientras tanto el hombre cambio la cinta de las muñecas del pequeñín por unas esposas y destapó sus ojos. Alex también destapó los suyos y comenzó a balbucear aún con el otro puño cerrado

Mmmph mmph mmph

Que?

Mmmmm mmmph mphhf!!

El señor se acercó y le sujeto la cabeza para destaparle la.boca

-Que dices?

-Que si le puede cambiar el tapabocas, está un poco sucio

El señor se lo quitó y puso uno desechable de cauchos en las orejas y otro de tiras encima.

Genial, doble protección, tu harás igual, es una orden

Alex lo miro con descontento y accedió

Si sueltas una sola palabra a alguien y te metes en problemas es asunto tuyo. Vámonos

El conserje se llevó a los muchachos y al carrito y fueron dónde angel

Al llegar empezaron a limpiar. El pequeño limpio los sofás y las sillas y Alex sacudió los estantes y el escritorio del jefe, se tardaron más que con su cuarto. Alex barrio el piso y cuando iban a empezar a lavarlo llegó el hombre y los detuvo en el acto.

Paren, eso lo hago yo. Quédense en el sofá.

Antes de empezar a lavarlo le quitó a Alex el tapabocas y lo amordazo con cinta negra, le dió una vuelta alrededor de su cabeza

-Puedo confiar en que no te la vas a destapar?

Alex asintió mientras le tomaban los puños al otro para envolverlos pero en vendas de color negro. Alex lo calmaba y luego llegó su turno.

Ya atados y amordazados se quedarían esperando a que terminara pero Alex llamo la atención del señor con un gemido y tocó el tapabocas del niño, quería que se lo.quitaran y el decía que si
19:10 Jul 6th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 5.3
Primero Alex usaba su mano como mordaza y la ponia sobre la boca del pequeño, después El médico le pasó una bola de espuma azul y Alex la apretaba en frente del niño como si fuera un juguete y lo hacía reír. Luego trato de meterlo en su boca con mucha suavidad, poniéndole un dedo en frente para que no la escupiera, cuando dejó de hacerlo le puso dos trozos de cinta médica blanca sobre su boca y trataba de felicitarlo por haber accedido, le hizo cosquillas un poco en sus costados para hacerlo reír.

después de firmar unos papeles los dejaron salir del médico, el niño no dejaba de mirarlo, se sentía protegido y un poco más contento. Afortunadamente no tuvieron que cubrir sus ojos. A la salida del puesto fueron subidos a una camioneta, Alex fue esposado y al niño le quitaron sus correas y también fue esposado, usaba sus manos para sentir el tacto de la cinta que traía en la boca.

El mayor le gemía al chófer mientras se tocaba la ballgag para pedirle que se la retirara. El chófer lo miro y Alex, un poco agobiado pasaba saliva y trataba de comunicar que tenía sed, el chófer le arrancó la cinta que tenía encima de la mordaza y lo vio, Alex pensó que se la iban a retirar pero en su lugar ese hombre le puso vendas nuevas en su boca y en sus ojos, Alex gemia con descontrol y el niño solo lo veía y no sabía muy bien que podría hacer por el. Cuando Alex ya estaba bien amordazado y vendado le cubrieron también los ojos al pequeño.

"Si se destapan los ojos los meto en el maletero, avisados quedan"

Alex estaba un poco molesto con el trato que recibía, pero no podía hacer mucho al respecto. Comenzaron a quedarse dormidos en el asiento trasero del auto cuando el hombre frenó y se detuvo a verlos, tras unos 20 minutos. Se bajó y Alex no trato de adivinar dónde estaba, simplemente lo oía

"Me han dicho que eres un chico bueno, eres un chico bueno?" Decía mientras tomaba por la parte inferior de la cabeza a Alex para hacerlo mirarlo, aunque vendado.

Alex medio dormido gimió que sí. Mantenía sus manos abajo, expectante. El hombre susurrando le dijo.

"Te voy a quitar eso y te pondré algo más cómodo, si haces alguna tontería te rellenare esa boquita con mis calcetines sucios, quedo claro?"

Alex afirmó con la cabeza enérgico, la mordaza lo tenía muy incómodo. Le quitaron las vendas de la boca y desabrocharon su mordaza, seguía vendado. Le dió a beber un poco de agua y Alex permaneció en silencio. Le puso varios trozos de cinta plateada en su boca, marcando sus labios y los paso por su barbilla, era una efectiva mordaza.

Trata de abrir la boca

Alex intento pero la cinta era fuerte, se la tocaba, después de esa mordaza de bola, la.cinta adhesiva era como un regalo para el.

Quieres un tapabocas?

Alex pregunto y s encogió de hombros, decir que no quizás habría hecho que lo hiciera. El hombre solo le.dijo que no era necesario. Le puso la mano en las suyas y le ordenó besarla. Alex se la llevó a la.boca e hizo chocar sus labios con ella. El hombre lo dejo ahí y siguieron su camino.

En realidad el camino no era tan largo, el chófer solo le dió una vuelta a la hacienda para poder toquetear a Alex y le tomó muchas fotos. De todos modos nunca se dió cuenta, no podía ver y no sé sabe el camino. Siempre es divertido tomar del pelo al niño atado.

Después de un rato. Llegaron a otro edificio, fueron bajados del auto y les retiraron las esposas y las vendas. Parecían hermanitos. Aunque Alex deseaba quitarse el traje de látex, no dejaba de mirar como este marcaba el cuerpo de su pequeño acompañante. A la salida los recibió angel, quien los condujo a su cuarto, para que se cambiaran y ver qué hacía con ellos ese día. No había tiempo para descansar en la vida de Álex.

-Van a cambiarse y limpiarán la habitación, luego comeremos y en la tarde verán a un profesor que les contraté

Dentro de la cabeza de Álex surgía la pregunta de qué harían con ese profesor, pero de cualquier manera, ya está acostumbrado a no saber nada hasta que es demasiado tarde.

En la cama habían dos trajes de mucama listos para ellos, tenían medias veladas y pequeñas faldas, un chaleco blanco y negro a juego y unos tiernos zapatos que combinaban y un carrito de la limpieza con todos los implementos. Alex solo supo exhalar.

Primero sentó en la cama al niño y le quitó la cinta de la boca y escupió la.bola que tenía dentro, le limpio un poco la cara y acomodo su pelo castaño. Luego se destapó la boca igualmente para poder hablar con el.

Estás bien?
Si, todo bien. Un poco cansado
No tenemos tiempo para estar cansados, ve al baño y quítate eso. El niño salió en calzoncillos del baño y evidentemente no quería ponerse eso, pero Alex insisto en que debía hacerlo y que el también lo haría. Lo cargo hasta la cama y tapando su boca con la mano comenzó a hacerle cosquillas hasta que se agitó su respiración, luego lo libero

-Anda y ponte eso o sino te van a llevar castigado.

Alex fue y se cambió igual. Sabía que esto era un poco humillante, los uniformes de limpieza de la hacienda eran blancos y no parecían sacados de alguna novela bizzarra como estos. Cuando terminó se dispusieron a limpiar.

Dentro del uniforme habían tapabocas, como siempre. Entonces Alex decidió ponerle uno al pequeño

-Ven aquí, te voy a poner esto.
-Que es eso?.
-Es una cosa para que no se te meta el polvo por la nariz, esto está muy sucio.
-Pero con eso puedo hablar?
-Ehm si claro, pues es un poco incómodo pero puedes hablar
19:09 Jul 6th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 5.2
Desde afuera de la habitación el señor grito "hay dos trajes ahí mocoso, uno es para tí"

Alex entonces también se cambió su ropa por ese traje que le marcaba cada músculo de su cuerpo. Cuando el otro estaba listo se sentó en la cama para que empezara a atarlo.

Alex le puso el hood y lo ató detrás de su cabeza.

-Te envuelvo los puños en cinta?
-Eso me da mucho miedo, me pongo nervioso
-Bueno entonces te ayudaré a ponerte estos guantes, está bien?
-Bueno, está bien

Cuando lo tenía lo esposó como dictaban las instrucciones

-Sentirás un click, no te pongas nervioso

-Ahora te debo tapar la boca, bueno?
-Está bien—contesto el pequeño—no olvides taparte la tuya
-Si, no te preocupes

Alex le puso una bola de goma que entraba con dificultades en su boca y la sello con un parche transparente, que presionaba sobre sus labios

Puedes respirar bien?
El niño asintió con la cabeza y trago la poca saliva que le quedaba

El niño le gimió para recordarle que debía amordazarse también. Alex se quitó el tapabocas y se amordazó con un trozo de microfoam.

-Eres muy lento, estabas contándole un cuento de hadas a tu amigo o qué? Vámonos.

Los tres se fueron al consultorio y fueron dejados allá

Una enfermera se llevó al pequeño a una sala.

-Joven, viene con el?

Alex gimiendo dijo que sí

-Muy bien, usted debe esperar, por acá

La sala de espera era un poco particular. Ahí le pusieron unas fundas de cuero blanco en sus manos, como a todos los que esperaban.

-Le recomendamos que se relaje mientras terminamos con su pequeño.

En aquella sala habían otros tres jóvenes esperando por algún motivo, con sus manos aprisionadas en esas fundas. Estaban amordazados y veían en la televisión anuncios sobre cómo deben comportarse los niños buenos. Un encargado se acercó a Alex y preguntó secamente:

-Alexis?

El solo asintió con la cabeza y le quitaron la cinta de la boca. Sin mediar palabra le pusieron una ball gag roja. Alex, en medio de la sorpresa, no pudo pensar en que hacer, solo se dejó callar, como ya es costumbre.

-Me dices hasta cuándo la aprieto

Alex detuvo el avance de la correa hasta el menos malo de los niveles de presión de la mordaza con un gemido y trató de acomodar sin éxito las correas que pasaban por su nuca. Sus mejillas se hincharon y sus labios reposaban en torno a la bola. No la mordía ni trataba de alejarla de su boca, ella solo ocupaba un espacio que le impedía hablar sin mucha oposición.

-Si babea mucho le recomiendo inclinar un poco hacía arriba la cabeza—Dijo aquel hombre mientras se alejaba de Álex.

Pasaron los minutos y el seguía esperando, se limpiaba ocasionalmente la saliva con los puños y esperaba viendo la televisión de la sala de espera a su pequeño. Al cual le hacían exámenes generales allá dentro.

tras una media hora, Una enfermera con un parche de cinta médica color carne se acercó a Alexis y cubrió con el su mordaza. Era grande, si no tuviera relleno iría desde su boca hasta su barbilla, pero en estás circunstancias tapaba con precisión desde abajo de su nariz hasta poco después de sus labios inferiores. La señora hizo bastante presión sobre ella y miraba con decoro al niño. “quieres algo más?” preguntó sabiendo que el era incapaz de responder nada. Alex solo la miro con rabia y trato de hallarse cómodo ante la espera del final de la consulta. Estaba efectivamente amordazado y se veía tan genial que fue un infortunio que no hubiera nadie para fotografiar esa obra de arte que era su boca tapada en ese momento.

Alex encontró muy apabullante su mordaza y quería que se la quitaran, no para decir algo, sino para no tenerla dentro de la boca. Ahí se dió cuenta que prefería tener los labios cabalmente sellados y juntos que tener la mandíbula abierta en contra de su voluntad. Esto seguramente dejaría marcas en su rostro después.

Alex se aburría tanto que no podía hacerse compañía a si mismo, encontraba cada vez más pequeños sus extraños guantes y tenía dos opciones: desesperarse o morir de aburrimiento. Escogió la segunda y empezó a mirar al techo hasta que le dió sueño. En ese momento la voz del doctor que atendía a su niño lo saco del trance.

-Es usted Alexis verdad?
Alex parpadeo rápidamente para volver en si y afirmó con un gemido mientras el hombre de bata blanca le liberaba las manos.

-Acompañeme por favor.

El niño está sano y no tiene ninguna enfermedad. Lo que note fue una falta de modales, debe hablarlo con la persona que esté a cargo de ustedes. Necesito que firme unos papeles para dejarlos ir. Antes de ser preparado pidió hablar con usted o sino no aceptaría la mordaza. Hable con el, bueno usted me entiende.

El pequeño fue llevado con el. Tenía los brazos firmes a los lados de su torso asegurados con correas, las cuales también mantenían sus manos juntas a su cintura. Estaba visiblemente despeinado, fruto del forcejeo y un poco agitado. Para ser tan pequeño dió mucha resistencia

El instinto natural de Álex fue abrazarlo y tratar de saber si estaba bien. El niño lo estaba, de hecho le preocupaba más la mordaza de Álex que sus propias ataduras.

Wow. No te duele la cara con esa bola tan grande?

Alex con modestia negó la pregunta y trato de darle calma. Debía ser amordazado para salir y no pudieron hacerlo por la fuerza.

Alex le puso su índice sobre sus labios y el niño aparto la cabeza y le dijo “no, no entiendo porque me tienen que hacer eso" Alex se señaló la boca e hizo el universal gesto de aprobación con el pulgar, luego lo señaló a él y de igual manera lo hizo (si yo estoy bien tú lo estarás) decía mientras le acariciaba para darle tranquilidad
19:07 Jul 6th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MASCARA 5.1
Al llegar a casa fueron llevados al cuarto donde Alex dormía. Ahora dormirían ahí los dos. Angel se puso al nivel del pequeño y le felicitó por comportarse bien en el evento y se fue. Alex se sentía bien, pensó que ser obediente podría traerle ventajas, siendo el niño mimado del dueño de la hacienda.

Cuando llegaron, los desataron y desvistieron para ir a ducharse. Alex se encontró con la sorpresa de que también tenían ropa para el otro niño. Cuando salió del baño se disponía a tumbarse en la cama hasta la hora de dormir, en eso llegó una enfermera, al parecer, y venía a ver al otro niño.

-Ya es hora de dormir pequeños, este niño es nuevo Tendremos que seguir un protocolo por estos días mientras le hacemos los exámenes médicos para saber si tiene algo.

La señora saco un rollo de vendas y empezo a envolver los puños del niño hasta las mangas de su pijama, para que su piel no esté en contacto con la cama. Igualmente hizo con sus pies.

Con las mismas vendas cubrió toda su cabeza, le tapó la boca y los ojos, el niño genia de incomodidad y buscaba liberarse en vano, pero la señora retomaba el control con fuerza. Luego siguió con Alex

-Me tiene que envolver los puños?
-Claro, o si no vas a tocar a ese niño y te puedes enfermar. No sabemos que tiene.
-Pero que le voy a tocar, lo tiene todo envuelto

La señora, que se veía de poca paciencia trataba de encontrar las palabras adecuadas para no sonar grosera y sonreía buscando usar la empatía como método disuasivo.

-Mira corazón, son las reglas, tu las cumples y se acabó, si no lo haces a ti te castigarán y a mi me despedirán, no queremos eso verdad?

Alex no respondió nada al respecto, simplemente no encontró un argumento para convencerla

-Y si me permite usar guantes?
-Se te van a cocinar las manos dentro de ellos niño
-Por favor, si gusta puede amordazarme con fuerza, no trataré de liberarme

El otro niño, sentado en la cama dirigía su cabeza hacia el suelo, pretendiendo ser invisible. Se rascaba la boca con sus puños y esperaba que la señora saliera para empezar a frotarse sus ataduras. No hizo ningún ruido ni siquiera por equivocación.

La señora miro a Alex y pensó en rechazar su propuesta, pues pensaba que no debía cumplir los caprichos de un mocoso. En lugar de guantes de látex, fue forzado a portar unos de algodón, que aseguro en sus muñecas con cinta y que de alguna manera dificultaban el tacto. Despues le puso una bola de espuma y un trozo de cinta color carne en su boca. Sobre él pasó con dificultades las vendas con las que ató al otro niño, cubriendo su boca y nariz. Eso era realmente incómodo pero siendo sinceros pudo ser peor.

Trata de no quitartela si no quieres que te castiguen.

Alex solo gimió afirmativamente. Ahora te iban a tapar los ojos pero se negó, la señora se canso de insistir y le recordó que en la mesa de noche había un antifaz, debía ponérselo y dejo que lo hiciera cuando quisiera.

-Descansen. Mañana será un día muy especial.—

Alex se sentía pesado, por el día que tuvo, ambos niños se voltearon para dormir, pero en eso Alex sintió que el otro niño lo abrazaba por detrás. Hacía frío.

En vista de que no había nada que perder, Alex se acomodo para darle un poco de su calor al niño y le gemia para localizarlo. Tomaba con un poco de pena sus puños con sus manos y evitaba que se los llevara a la cara, en su lugar la rascó un poco, quizás tenía comezón. Se sentía en la obligación de darle de su calor. El niño le pasaba la nariz por la cara y sintió la boca tapada de Álex. En ese admirar se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente, fueron despertados y desatados con prontitud. Alex solo conservaba la mordaza, y el otro niño permaneció en silencio. Le ordenaron ir a ducharse mientras Alex desayunaba. Cuando salió del baño repitieron la operación, Alex se fue a bañar mientras el niño comía y cuando estaban listos y con los dientes limpios les dijeron que harían hoy.

Tú, alístate y alista al pequeño, llévalo a la enfermería a qué le hagan unos exámenes y ve con angel. Decía un señor mientras le pasaba una mano enguantada por la boca al más pequeño.

-Ponte el tapabocas, rápido.

-Me tengo que amordazar?

-Si, ahí hay cinta.

Alex se quedó mirando porque quería preguntar algo, pero tenía miedo de que lo castigaran por eso.

-Que fué, te di una orden.

-Disculpe

-Qué quieres?

- Quería saber si me puede dar unos minutos con el y yo lo ato, me gustaría saber quién es.

Y como por qué debería hacerte caso y no debería llevarte a detención ya mismo

Porque aunque a mí me castiguen, si él está enfermo usted lo estará cuando lo ate.

Mmmm, mocoso, eres inteligente, ven acá

El guardia le puso el tapabocas y los guantes a Alex, asegurándose que no se los iba a quitar. También le pasó un papel con las instrucciones del protocolo.

Cuando acabes me avisas. Estaré afuera

Gracias

Ni una palabra de esto a nadie

Está bien

Cuando el señor se fue, Alex se acercó al niño, quien no dijo nada, absolutamente nada

-No tengas miedo, dime cómo te llamas?

-No te puedo decir eso

-Y de dónde vienes entonces?

-De un orfanato

Alex no podía creer lo que estaba oyendo, pero tenía que volver en si

-Solo se que soy un regalo para alguien

-Mmmm pues estás a mi cuidado por lo pronto. Trataré de ser gentil contigo

-Está bien

El protocolo dicta que debe estar esposado de manos hacia atrás y llevar guantes o tener las manos envueltas por cinta. Adicionalmente, debe estar amordazado y usar una capucha que deja libre la nariz y la boca. Puede llevar parches en los ojos debajo de ella pero es opcional y la mordaza debe ser suave pues el médico le va a destapar la boca, solo es por el viaje. Debe usar un traje de látex que le cubre todo el cuerpo para no contaminar ninguna superficie.
19:06 Jun 24th
Leo

País

Argentina

TITULO de su relato

¡Hola Juan!
¡Hola Juan! Hace un tiempo frecuentaban el foro algunos chicos que realmente dibujaban muy bien, pero ya no los he visto. Lo lamento mucho.
11:17 Jun 23rd
Juan

País

Colombia
Hola a todos, espero que se encuentren bien. Quería saber si alguno de ustedes es o conoce alguien que sepa dibujar, para que me ayude a hacer unas ilustraciones de los capítulos de mi historia. Me gustaría para poder mostrar las ideas que trato de plasmar en ella. Si conocen a alguien les dejo mi mail: [email protected] gracias jeje
15:45 Jun 19th
Leo

País

Argentina

TITULO de su relato

Hola a todos
Hola a todos, ¿cómo han estado? ¿Han leído sobre el nuevo lanzador de lazo para amarrar a distancia que comenzará a utilizar la policía en poco tiempo?
20:00 Jun 14th
Alkaid

País

Mexico

TITULO de su relato

Hola a todos!!!
Se qe me tarde mucho pero aqui tienen una parte más de la historia de Lautaro. Espero que les guste mucho.

Es una historia qe pienso puede dar como para 8-9 capitulos asi que casi casi voy a la mitad... jejejjeje

JUAN

en verdad qe tu historia me esta dejando esperando mas. Ya me dio curiosidad todo lo que pasa con Alex y lo que seguira pasando en El pregon.
19:56 Jun 14th
Alkaid

País

Mexico

TITULO de su relato

Lautaro no ha llegado a casa
Cap 4.1 - Planes y acciones
Historia en conjunto con Krashnamsa
Díaz desde su infancia siempre fue una persona muy inteligente y con mucha habilidad mental. En la escuela era una de las 2 personas de su salón que podían responder con facilidad los más complejos problemas de matemáticas o aquellos que requerían más destreza mental. A Díaz no sólo le encantaba saberse inteligente, lo que disfrutaba más que todos en el salón supieran que Díaz era la persona más inteligente del salón.

Pero Díaz había algo que disfrutaba sobre todas las cosas, usar su inteligencia para hacer lo que fuera su voluntad. Su inteligencia le permitía manipular sin que las intenciones fueran detectadas y también le hacía maldades a sus compañeros de la escuela sin que estos se dieran cuenta. Su graduación en este tipo de actos se dio cuando tenía 11 años: logró robarle 250 pesos a su maestro de 5to año. Tomó la cartera que estaba en el escritorio, sacó el dinero y la devolvió en el sitio en un momento donde había varios niños llevando a revisar una tarea en clase. Ni cuenta se dio el maestro de lo que había pasado y hasta pensó que tal vez el había perdido su dinero.

Pero su mayor logró de esa clase a esa edad se dio un año después. Esa vez sacó de la bolsa de su maestra 500 pesos, pero no se quedó conforme con eso. Consiguió que todas las sospechas y las acusaciones aun sin pruebas cayeran contra el chico más travieso y problemático del salón del clases. Y Díaz ni siquiera dijo nada o hizo alguna acusación contra el chico que al final terminó como el inculpado.

El ego de Díaz fue creciendo y fue usando su inteligencia para el mal. Y cuando tenía 15 años ya había logrado conseguir una buena cantidad de dinero gracias a varias estafas. Sin embargo su ego fue lo que al final le terminó costando la lealtad de sus primeros cómplices.

Llegó un momento donde Díaz no solo se quedaba conforme con que sus cómplices supieran que era una persona inteligente y el cerebro de la banda, se los restregaba en la cara y hasta se excedía en pendejear a sus compañeros de la banda a los que consideraba sus inferiores. Al único que trataba con más respeto fue a Ramón y eso porque Ramón era el único con estudios de universidad. Ramón había estudiado hasta el 4TO semestre de ingeniería en sistemas. El resto de los cómplices de aquella banda eran chicos con secundaria o prepa trunca, con habilidades para robar, pero aun así Díaz los consideraba inferiores y que por culpa de ellos un día podían ser detenidos.

Desafortunadamente Díaz se equivocó, pues un error de su parte fue el que causó que su operación en aquella casa de Valle de Bravo no fuera lo exitoso que esperaban, la policía actuara y terminara deteniendo a Ramón. Y como Díaz y el resto de la banda tomaron caminos separados a la hora de escapar, fue el momento en el que decidieron dejar a sus otros dos compañeros a su suerte y no volver a saber de ellos.

Díaz sintió una gran traición pero cuando a los pocos meses pudo tener contacto con René se dio cuenta que al menos un cómplice le seguía siendo fiel. “Yo sabía que esos vatos no eran de confianza… nos dejaron solos…”

Díaz sabía que podía confiar en René cuando este le dijo que al salir de la cárcel se iban a volver a reunir y que si quería iban a volver a hacer negocios.

Díaz sabía que necesitaba más gente para que sus negocios y golpes fueran exitosos y esperaba que Ramón tuviera buen ojo. Cuando Díaz se reunió con Ramón, que le dijo que tenía un cómplice perfecto, Díaz no solamente supo que había encontrado a un gran integrante para su nueva banda, sino también que con él no se iba a poder andar con mamadas. René tenía algo diferente.

Sí era un tipo al que consideraba un tanto primitivo por ser un criminal que sentía la obligación de portar un arma para dar un golpe, pero sabía que tenía actitud, inteligencia, habilidad criminal y que era algo que no había encontrado en los anteriores complices. Pero no era solamente eso, sabía que René no se andaba por las ramas y su actitud y porte de mando no eran de juego.

Díaz podía ser inteligente, una mente maestra y una criminal espectacular, pero tampoco una persona pendeja, sabía que al primer intento por hacer menos o degradar a René este le iba a responder con al menos un buen puñetazo en la boca del estómago. Unos días después, cuando René llevó a Fernando, Díaz supo también que ese chico tampoco iba a dejarse ningunear.

Díaz no conocía nada detrás de la historia de ese chico, el más joven de la banda, pero algo le decía que pese a su actitud de servicio, que iba a obedecer y hacer caso a las indicaciones de la banda, también podía ser una persona que no le iba a aguantar cualquier muestra de arrogancia.

Después de tener todo planeado para el secuestro de Lautaro Díaz solamente tenia una cosa que le faltaba resolver: ese era como iba a sacar al señor Coppola, su jefe en la gran compañía multinacional, de su casa, su departamento de lujo, para negociar el rescate del chico.

Díaz sospechaba y sabía las amenazas no iban a funcionar y de cualquier manera el señor Coppola iba a pedir la ayuda de la policía para rescatar a su hijo. Y por eso, Díaz necesitaba estar cerca de todo eso que iba a pasar y por eso necesitaba algo para que el señor Coppola no se quedara en su casa. La respuesta a esa duda le llegó una semana antes de que se ejecutara el secuestro de Lautaro tal y como estaba planeado.

El señor Coppola decidió organizar un brindis de fin de año y decidió que el lugar iba a ser su departamento. Por la premura y lo imprevisto de la decisión del señor Coppola de realizar el brindis no tuvo otro remedio que usar su departamento. No había podido encontrar un restaurante o bar que le permitiera hacerlo.

Cuando Díaz vio el correo de su trabajo y la invitación de su jefe supo que había encontrado la manera de conseguir que el señor Coppola no negociara el rescate de su hijo en su casa. Así que con eso le pidió a Ramón que le consiguiera 6 cámaras pequeñas y funcionales y un micrófono para espionaje. Ramón en un inicio estaba más que incómodo e inseguro del plan de Díaz de poner cámaras en el departamento de los Coppola porque lo veía muy arriesgado e innecesario. Pero Díaz le explicó cual era su plan detenidamente.

“No quiero espiar a los Coppola, sólo van a ser señuelos… quiero que los Coppola se sientan inseguros de la gente que está cerca y que las investigaciones apunten a otras personas”.

Díaz explicó que iba a poner esas cámaras escondidas de tal forma que no las iban a detectar ni los Coppola ni sus empleados en el departamento, pero en cuanto la policía entrara a la casa de los Coppola para investigar, cualquier policía con el mínimo de preparación iba ser capaz de encontrar las cámaras.

“Así vamos a lograr que el tipo ese no se quede en su casa, que decida llevarse todo lo de la negociación por el chiquillo a su oficina y asi voy a poder estar de cerca con lo que haga el señor Coppola y la policía”.

Ramón no estaba tan a gusto de saber que la policía iba a estar involucrada pero Díaz le recordaba que aunque ellos no quisieran y por más amenazas que lanzaran el señor iba a terminar llamando a la policía por el secuestro de su hijo.

“Nosotros ya sabemos que va a meter a la policía, así que no nos va a agarrar por sorpresa. Ellos van a ser los sorprendidos al saber que nosotros sabemos cuales son sus movimientos”.

Ramón lanzó una sonrisa burlona. Se dio cuenta que Díaz estaba pensando cada detalle, como siempre lo hacía. Así que se convenció de que el plan de su cómplice iba a funcionar.

El señor Coppola no iba a quedarse encerrado en su casa para negociar el pago del rescate y si las cosas salían como Díaz planeaba, todo se iba a realizar desde el despacho del señor Coppola y Díaz iba a poder estar de cerca.

Ramón le preguntaba a Díaz si le había dicho a René sobre los planes de las cámaras. Díaz
lo negó.

“Tú sabes como es… ese wey quiere que desde el miércoles por la media noche hablemos y pidamos el rescate… y tu sabes que eso no va a pasar. Queremos que estén vulnerables, desesperados y cuando la gente se desespera se equivoca… y eso lo vamos a aprovechar para sacar un jugoso rescate”.
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