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FACEDEVIANT
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LEY

Mensaje:

12:57 Apr 6th
Gabriel Antonio

País

Mexico
Para Leo.
Hola Leo espero estés bien ,en relación a tu mensaje para poder comenzar y recuperes todo lo que tú has colaborado en este foro
Tienes que ir. Hasta la parte de abajo de esta página, Justo donde terminan las historias , un poco más abajo verás una div que tiene muchos números , primero verás una parte de esa div. Que dice
Mensajes y tiene un números siempre comienza con 1
Después verás otra palabra que dice número de páginas hasta ahorita tiene 144 y después verás una. Numeración que viene en orden. 1234567890 y oler.
Lo que tú necesitas hacer es ir apretando número por número, de esa forma estás regresando las paginas en reversa si buscas tener todas tus historias desde la última mandada hasta la primera deberás hacer esto, para recuperar tus historias en orden ,aunque no tengas historias en estas últimas páginas es mejor,total donde no tengas pag con tus historias simplemente aprieta el siguiente número siempre en orden descendente ósea 1234567 cuando termines el número 7 por decirlo así, verás que el sig número es
8 9 10 11 12 y así vas regresando, eso mismo yo lo hice y recupere todas mis historias escritas desde la última hasta la primera y después las mande a droxbox y ahí las tengo cuando busque releerlas o mandarlas te recomiendo eso a lo mejor lleva algo de tiempo, pero es la mejor forma saludos amigo
Cuídate
Gabriel Antonio desde México
11:42 Apr 1st
Leo

País

Argentina

TITULO de su relato

Saludos a todos
Saludos a todos, ¿puedo pedirles un favor? ¿Saben de qué manera podría recuperar las historias que yo mismo compartí con el foro hace años? Me ayudarían muchísimo.
13:50 Mar 18th
EzraMarubayashi

País

México

TITULO de su relato

Hogar para niños "San Hernán" (segunda parte)
Los chicos llevaban casi una semana viviendo en el orfanato. Por supuesto que le habían recriminado la traición a Julián, pero el pequeño se defendió argumentando que, de no haber cooperado con ellos, Ángel habría compartido la suerte de Matías. Los días siguientes habían transcurrido sin incidentes, pero el hermano mayor no podía olvidar lo vivido a manos de Andrés y sus ayudantes.

Ese día, Matías cometió el error de mirar de manera desafiante al encargado del orfanato a la hora de la cena. Andrés, entonces, les indicó a dos de sus esbirros que escoltaran al niño insolente a su habitación. Ángel, y Julián a regañadientes, intentaron seguirlo, pero Andrés con voz autoritaria les indicó que debían esperar y terminar su comida.

Una vez en el dormitorio común, los ayudantes de Andrés le quitaron al chico la playera, aunque este forcejeo para defenderse. Entre ambos nos subieron a la cama, pegado a la parte superior. Tomaron los brazos del niño y los forzaron detrás de su espalda, pasando uno de ellos entre los barrotes de la cabecera, para después jalarlos un poco hacia arriba, de manera que quedaran en altura de la barra superior. Matías se retorcía inútilmente por liberarse, pero sus intentos cesaron cuando sus muñecas quedaron firmemente atadas a la cruz formada por la barra y uno de los barrotes, dejando sus brazos atascados en una posición incómoda.

Posteriormente, le quitaron los aparatos al chico junto con sus calcetines, y jalaron las piernas el chico hacia arriba y un poco hacia adelante, para que coincidieran con otro cruce de barrotes que permitiera amarrar los tobillos a la cabecera. Entonces, uno de los esbirros tomó los calcetines y enrollando uno de ellos, se acercó amenazadoramente a Matías. El chico adivino los propósitos de su captor y apretó firmemente sus labios entre sus dientes para impedir que lograra su objetivo, no obstante, el otro ayudante de Andrés rozó con los dedos las axilas expuestas del muchacho, forzándolo a reír. Aprovechando el momento, el calcetín fue introducido en la boca de Matías, y se pasó el otro entre los dientes y se anudó por detrás de su cabeza, para completar la mordaza.

Cuando el chico se encontraba sometido e indefenso, uno de los muchachos volvió el comedor para llamar a Andrés, quien lo siguió de regreso al dormitorio común. Mientras tanto, Matías, intentaba inútilmente zafarse de sus ataduras.

-¿Estás cómodo, niño?- preguntó Andrés sonriendo.

Matías forcejeo aún más y trató de insultar al chico, pero la mordaza y sus ligaduras volvían estos intentos sumamente graciosos para Andrés y sus ayudantes, quienes comenzaron a reír estrepitosamente. El niño, humillado, desistió, no queriendo darles un mayor espectáculo.

-Míralo de esta manera: vas a tener algo que contarle a los demás algún día. Si alguien te pregunta ¿alguna vez has estado amarrado? vas a poder decirles que sí. ¿Pero así, bien amarrado? Sí, bien amarrado. Con decirles que ni siquiera podía evitar que metieran sus dedos en mis sobacos y me hicieran cosquillas, igual que en mis pies.

Mientras Andrés hablaba, se colocó en posición, justo al lado del niño atado y comenzó a hacerle cosquillas, al tiempo que sus ayudantes tomaban cada uno un pie y hacían lo propio.

-Ni siquiera me pude defender cuando me metieron los calcetines en la boca para amordazarme, así que tampoco podía decir nada- Andrés continuó sugiriendo.

Los esbirros se reían de los comentarios de Andrés y doblaban sus esfuerzos para torturar al vulnerable chico. Matías no podía evitar imaginarse diciéndole eso a alguien, lo que volvía todo más vergonzoso. No creía que alguna vez pudiera expresarlo realmente en esas palabras a otra persona, aunque todo fuera cierto.

-Así que ahí estaba, bien amarradito e indefenso, aguantando las cosquillas en mis sobacos y mis pies, con mis calcetines en la boca, como menso.

Matías sólo podía reír y retorcerse, esperando que su tormento acabará pronto. Sin embargo, esto era demasiado divertido para los muchachos y prolongaron la situación lo más que pudieron, hasta que casi era la hora de ir a la cama y sabían que los niños comenzarían a volver al dormitorio.

Cuando Julián y Ángel entraron en la habitación, encontraron a su hermano inmóvil y aun atado a la cabecera de la cama. El más pequeño quiso acercarse para liberar a Matías, pero su hermano mayor lo detuvo, adelantándose hasta llegar primero.

-¿Ya ni siquiera haces algo por zafarte? Te gusta estar así, ¿o qué? ¿o ya lo aceptaste, que así te toca estar? - preguntaba Julián en tono burlón.

Matías quería moverse, liberarse y darle a su hermanito una lección, pero sabía por experiencia que sus esfuerzos se verían patéticos y sólo lograría que Julián se burlara más. Además, se encontraba cansado de tanto forcejear mientras era cosquilleado por Andrés y sus ayudantes.

-Yo creo que sí, ya le gustó- Julián le dijo a Ángel entre risas.

-¡Cállate!- Le espetó el pequeño, al tiempo que de nuevo intentó acercarse a liberar a su hermano, siendo detenido en el acto por Julián, quien lo empujó con tal fuerza que el niño quedó sentado en el piso.

El chico atado gruñó en protesta e intentó forcejear de nuevo.

-No, más bien ya se resignó a ser la mascota de Andrés- Julián susurró al oído de su hermano cautivo.

Acto seguido, Julián comenzó a hacerle cosquillas a Matías, quien intentó oponerse con todas las fuerzas que quedaban, para deleite de su hermano. El chico en verdad gozaba de su momento de poder.

Ángel se levantó rápidamente del suelo, corrió y empujó a Julián lejos del niño atado. Julián quería empujarlo de nuevo, pero en ese momento comenzaron a llegar otros niños y se dio cuenta de que tendría que liberar a su hermano de cualquier forma, por lo que comenzó a desatar sus muñecas mientras que el pequeño liberaba los tobillos, dejando la mordaza en manos del propio Matías. Los niños recién llegados veían la acción, murmurando entre ellos entre risillas, o bien miraban a Matías con compasión.

El mayor de los hermanos, para ese momento, se encontraba más cansado que molesto y decidió posponer su venganza e ir a dormir.
12:22 Mar 18th
Alkaid

País

Mexico

TITULO de su relato

Bienvenido al foro
¡¡Hola EzraMarubayashi!!

Ya habia leido algunas historias tuyas en TugStories y la verdad es que me da gusto que tambien te hayas animado a escribir por aca.

¡Genial historia!
07:08 Mar 18th
Henry Zalas

País

Honduras

TITULO de su relato

Para EzraMarubayashi.( Vaya que nombre más difícil jaja)

Hola bienvenido al foro, y muchas gracias por esta interesante historia, se ve que está bien escrita y tiene buenos elementos. Estoy a la espera de que esos tres chicos sean atados y torturados un poco mas por esos corruptos adolescentes. Saludos.
Hola amigo y bienvenido al foro. Me está gustando mucho tu historia, se ve que está bien escrita y tiene buenos elementos. Espero en futuros capítulos más ataduras y torturas de manos de esos chicos corruptos
12:07 Mar 17th
EzraMarubayashi

País

México

TITULO de su relato

Hogar para niños "San Hernán"
Matías, Julián y Ángel se encontraban a las puertas del orfanato, mientras el Sr. Benito les explicaba su nueva situación. Su madre había muerto hacía ya algunos años, su padre acababa de ser ingresado en prisión acusado injustamente de un crimen, y ellos, sin ningún otro pariente vivo, quedaron súbitamente desahuciados.

El austero lugar, por decir lo menos, se encontraba a las afueras de la ciudad. Ni bien habían guardado sus pocas pertenencias bajo las camas que les asignaron en el dormitorio común, se dieron cuenta de que el Sr. Benito sólo pasaba por allí de vez en cuando, generalmente cuando admitían a un chico nuevo, mientras que resto del tiempo Andrés, un muchacho de dieciséis años, era quien se quedaba a cargo.

Andrés les hizo saber que el lugar se regía con puño de hierro. Sus ayudantes tenían aproximadamente la misma edad y, al igual que todos, eran huéspedes permanentes de la institución, por lo menos hasta que cumplieran la mayoría de edad. Existía un protocolo de adopción, pero quien lograba salir de esta manera era la excepción más que la regla.

La primera noche fue difícil para los muchachos. Habían pasado de ser chicos de la clase media con un padre que los amaba a estar prisioneros en ese lugar olvidado. Sin embargo, al día siguiente Julián y Ángel, de diez y ocho años, respectivamente, comenzaron a hablar con otros niños que volvían del colegio, mientras que Matías, el mayor, fue llamado a las “oficinas” por Andrés.

Esas pláticas no hicieron sino ponerlos más nerviosos. Las historias que escucharon de quienes llevaban ahí más tiempo les confirmaron sus temores acerca de Andrés. Cuando volvían al dormitorio, pasaron por las “oficinas” y no podían creer lo que veían. Matías se encontraba amordazado con un trapo blanco, atado con las manos a la espalda y los tobillos sujetos a éstas, y estaba recostado sobre un taburete largo junto al escritorio de Andrés.

Cuando el chico de once años los vio, abrió los ojos desmesuradamente para luego agachar la cabeza. Quería ser rescatado, pero sabía que sus hermanos serían incapaces de ello y lo invadió la vergüenza de ser visto en una posición tan humillante. En cuanto lo vio, Ángel corrió para tratar de ayudarlo.

-¡Déjenlo!- Gritó el pequeño, mientras se agachaba para soltar los nudos.

Uno de los esbirros de Andrés tomó al pequeño y forzó sus brazos detrás de su espalda, al tiempo que otro hacia lo mismo con Julián. Matías luchaba ferozmente por desatarse mientras insultaba a sus agresores, pero las cuerdas y la mordaza volvieron inútiles todos sus esfuerzos.
-¿Traigo más cuerda para estos dos?

-No, necesito que me echen una mano- respondió Andrés.

El muchacho se acercó a los niños atemorizados y se agachó un poco para estar a su altura.

-Te importa mucho tu hermano ¿no? -preguntó, dirigiéndose a Ángel-. Si quieres que lo suelte, tendrás que ayudarme a darle una lección, porque ha sido un niño malo. ¿Tú sabes dónde tiene cosquillas?

Matías, cuyos intentos de liberarse habían mermado, recobró su ímpetu al punto de casi caerse del taburete.

-¡En las axilas!- Gritó Julián, quien incluso disfrutó con la mirada de reproche que sus hermanos le dirigieron. Habiendo tenido sus peleas con Matías a lo largo de los años, disfrutaba de esa oportunidad para vengarse.

-¡Bien! Me agrada cuando la gente copera. ¡Descúbranlo! -dijo Andrés, dirigiéndose a sus ayudantes.

Los muchachos más grandes le levantaron la playera al chico hasta pasarla por su cabeza y deslizarla por sus brazos donde, finalmente, se atoró en las ataduras de las muñecas. También le quitaron los zapatos y los calcetines, dejándolo vulnerable para la tortura.

-Ahora que todo está listo, sólo falta que este angelito le haga cosquillas a su hermano.

-¡No! -respondió el pequeño.

-Entiendo, pero si no lo haces, tendrá que quedarse así más tiempo y tú le harás compañía- una sonrisa malévola se dibujó en los rostros de todos los chicos mayores.

Ángel estaba asustado. Quería mucho a su hermano mayor y no sabía qué sería mejor para él. Asimismo, la idea de estar atado de esa manera, a merced de Andrés y sus ayudantes, le hizo replantearse la posibilidad de torturar a Matías. Volteó a ver al muchacho amarrado, pidiéndole al mismo tiempo perdón y permiso con la mirada, los cuales obtuvo cuando el chico asintió, muy a su pesar.

Una vez zanjado el asunto, el chico se acercó a su hermano y lentamente, aún con dudas, hundió sus dedos bajó los brazos del prisionero. Éste comenzó a revolverse y reír bajo la mordaza, lo cual se intensificó cuando Andrés tomó su puesto en los pies del muchacho e hizo lo propio.

Julián estaba un poco celoso. Esperaba que su ayuda fuera recompensada con la oportunidad de desquitarse en persona. No obstante, el espectáculo en sí mismo era ya bastante satisfactorio.

Matías reía a más no poder. La sensación de dedos hormigueando en sus axilas, en las plantas y entre los dedos de sus pies, mientras él estaba indefenso, resultaba demasiado para él. Así, soportó la tortura durante lo que le pareció una eternidad, hasta que por fin su captor decidió liberarlo. Para este momento, la risa continua lo había dejado sin aire y sus esfuerzos por soltarse, agotado, de manera que cayó rendido sobre su cama.

Esa fue la bienvenida de Matías y sus hermanos al Hogar para niños “San Hernán”, lo que les dio una idea de cómo sería su vida en dicho lugar.
21:44 Feb 25th
Alkaid

País

Mexico

TITULO de su relato

JOE LARA
Genial historia Joe.

Vaya... para los qe buscan trabajo tengan cuidado de donde van cuando los citan a una entrevista...

OJo... investiguen a qe empresa quieren trabajar...jejejejeje
21:08 Feb 25th
Henry Zalas

País

Honduras

TITULO de su relato

Para Joe Lara
Amigo!!! Bienvenido de vuelta. Te felicito por esta maravillosa historia, me encanta. Espero que hayan más como esta.
10:13 Feb 23rd
Joe Lara

País

México

TITULO de su relato

Una Entrevista de Trabajo - Parte 2
– ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Por favor ayúdenme –forcejeaba un poco con mis ataduras, regresaban a mi mente los dos hombres que me raptaron, me preguntaba si estaba en una clase de escondite secreto, lo más seguro es que fui secuestrado, tal vez mi vestimenta los hizo creer que era alguien adinerado.

El eterno silencio se interrumpió por unas pisadas que retumbaban en el lugar, desconcertado clamé por ayuda.
– Parece que nuestro cautivo ha despertado –el hombre se acercó a revisar mis ataduras, también ajustó mi venda. Seguido de esto escuché que arrimaba una silla y tomaba asiento cerca de mí.

– P-por favor no me hagas daño, toma el dinero y mi celular solo déjenme ir no diré nad- ¿Q-qué estás haciendo, por qué me estas quitando los zapatos? –puso mis pies sobre su regazo, aquel tipo desataba los cordones de mi calzado, ignoraba mis suplicas y lentamente deslizaba mis zapatos fuera de mis pies, una vez sin ellos moví mis pies con más libertad, estiré mis dedos para descansar de la larga caminata y también para despegar los calcetines que se habían ajustado de la parte del resorte a la forma de mi pantorrilla. Deslizaba lentamente sus dedos por la parte de la planta del pie, casi como si me hiciera un masaje.

– ¿Por qué me estas quitando también los calcetines? ¿De qué se trata todo esto? –de igual manera que con mis zapatos el tipo deslizaba lentamente mis calcetines, parecía disfrutar verme de una forma tan vulnerable.
– Vamos a quitarte estos horribles calcetines, voy a necesitar que estés bien calladito. Uh vaya que caminaste demasiado –acercó el par a mi rostro buscando mi nariz, podía percibir el fuerte olor, no era nada agradable, había estado caminando desde temprano y eso sumado al clima había dejado mis calcetines sudados. Alejé mi rostro casi al instante.

–Aleja eso de mi, más te vale dejarme en paz, es muy probable que mi familia ya esté sospechando de que no me he comunicado con ellos –solo pude decir eso en un intento desesperado por ahuyentarlo, él solo comenzó a reír, me dijo que hablaba demasiado, con una mano tomó mi barbilla.

– ¡No! n-no ¡Ayuda! Ayu- ¡MMMMMGH! –antes de lograr pedir por ayuda el hombre metió a la fuerza el par de calcetines a mi boca, el sabor amargo me hizo producir una mueca de disgusto. Puso su palma sobre mis labios y en un movimiento rápido desató mi corbata y la usó como mordaza para que no escupiera el relleno.

Otros pasos se escucharon, en mi forcejeo no me di cuenta que el otro cómplice del captor me empezó a desatar las manos solo para forzarlas a estar atadas ahora al frente y mientras tanto el primer tipo aprovechaba para atar juntos los dedos gordos de mis pies. Escuchaba que uno le ordenaba al otro comenzar con la “evaluación” porque se les hacía tarde. Me cargaron nuevamente y sentí que cambiábamos de lugar.

Era un espacio más amplio, podía deducirlo porque ahora me encontraba atado en otra posición, mis manos que estaban al frente ahora colgaban de una cuerda atada al techo, me mantenía incómodo y un poco elevado del suelo, solo podía recargar mi peso sobre los dedos de mis pies. Mi miedo aumentó cuando comenzaron a desabrochar mi cinturón, bajaron mi pantalón y segundos después estaba completamente al descubierto de la cintura para abajo.

Gemía desesperadamente, forcejeaba con las ataduras de mis manos de manera brusca, apenas y podía mantener el equilibrio. Uno de los tipos le daba la señal de comienzo al otro.
– ¡MMMMGH! –sin previo aviso un cinturonazo aterrizó en mis nalgas, el golpe retumbó en todo el lugar, mi calma no llegó pronto, múltiples golpes me azotaban cada vez más rápido. Mis gemidos también aumentaban de intensidad y cuando creí que los golpes cesaron una tabla azotó sobre mis nalgas con el doble de fuerza. Los gemidos ahora combinados con sollozos eran lo único audible de mi boca amordazada.

Las nalgadas continuaron por varios segundos más, los golpes ahora eran intercalados entre la tabla y el cinturón. Sentía mi trasero ardiendo de dolor. Cuando los golpes se detuvieron uno de los hombres comenzó a dar su aprobación.
–Éste también aguantó, lo llevaremos con los otros, es el último de la jornada de hoy –no entendía sus palabras, pero en mi posición tan lamentable no podía hacer mucho. Antes de poder adivinar, nuevamente me taparon la nariz con el pañuelo adormecedor, negué frenéticamente, pero a los pocos segundos caí rendido.

Reaccioné de golpe y di un sobresalto, pero no veía nada, no tenía los ojos vendados era más como una bolsa negra de tela sobre mi cabeza que me bloqueaba la visión. No comprendía que pasaba, estaba siendo empujado, mucho menos podía moverme o hablar, aún más raro se sentía mi cuerpo, como si vistiera algo diferente.

– Finalmente llegaron, este equipo de trabajo se ve prometedor, espero ya hayan despertado porque comenzaremos con su capacitación en este instante –la voz de un hombre de mayor edad se dirigía a mí. O ¿Era a nosotros? Al mismo tiempo que gemí otros gemidos resonaron a mi alrededor. Me retiraron la bolsa de la cabeza. Mis ojos se ajustaron a la luz y me llevé la peor sorpresa de todas, todo era tan desconcertante.

Frente a mi estaban las tres personas que me había entrevistado, sonreían plácidamente, eso no fue lo peor, la sorpresa fue mi propio estado y lo que me rodeaba. A ambos lados lograba reconocer a los jóvenes que me encontré en el pasillo de espera el día de la entrevista, todos atados a una silla de trabajo, y perfectamente amordazados, cada uno portando un atuendo femenino de trabajo, algunos con falda o pantalón acampanado, todos usaban medias de distintos tonos, tacones e incluso usaban pelucas de mujer.

Mi nerviosismo se disparó al máximo cuando centre mis ojos en mí mismo, estaba atado a la silla, mi piernas y tobillos juntos por soga, mis manos atadas a los respaldos de los brazos y por supuesto que también usaba un atuendo femenino, era gris a juego con una camisa blanca, la falda era corta y se pegaba a mis piernas cubiertas por medias obscuras, mis pies calzaban un par de tacones altos, y podía ver los mechones marrones de la peluca que portaba. Mi boca estaba silenciada por una mordaza de bola color roja, era de gran tamaño y mantenía mi mandíbula bien abierta.

Los entrevistadores comenzaban a escoger a sus rehenes, eran llevados a diferentes salidas, yo también fue empujado a una de ellas. No pude oponer resistencia, no sabía cómo era posible que esto estuviera ocurriendo, perdí las esperanzas cuando traté de pedir ayuda a quien empujaba mi silla, al girar detrás vi que quien me llevaba era una chica, no solo a mí, a todos los que estábamos atados.
Éramos empujados por chicas, todas bien amordazadas por ballgags o por cinta microfoam, sus ojos no expresaban nada, solo obedecían ordenes, solo eran esclavas, y muy probable era el destino que me esperaba a mi también.

(Hola a todos, aquí dando señales de vida con este nuevo relato, espero se encuentren bien, saludos)
10:06 Feb 23rd
Joe Lara

País

México

TITULO de su relato

Una Entrevista de Trabajo - Parte 1
El mundo laboral puede llegar a ser tormentoso e insoportable de una forma demasiado cínica. Hay opiniones abiertas, unos suertudos que pudieron hacerse de un puesto bien pagado sin esfuerzo alguno jamás se quejarán y otros cuantos que por azar del destino no logran ser aceptados ni en los lugares más lúgubres muy seguro aborrecen a esos privilegiados. Puede que éste último destino sea el más odiado, pero ahora con mi propia experiencia creo que lo peor es ser aceptado y estar en un puesto donde no tienes escapatoria. O como se le dice ahora, el esclavo moderno.

Me alistaba para una entrevista, la primera en realidad, y aun con todos los consejos de familiares y amigos me sentía horriblemente nervioso, no sabía que me deparaba en aquel lugar, quería huir, pero en el fondo sabía que si me aceptaban ganaría demasiado dinero. Debía estar ahí a las diez en punto, salí con tiempo, me dirigía al centro de la ciudad, en una zona conocida por sus edificios de gran altura y a un lado se ubicaba un gran parque igual muy conocido por sus grandes zonas boscosas e incluso algunas zonas están abandonadas.

Consideraba que mi imagen daba una buena impresión, usaba un atuendo formal, un traje obscuro a juego con una camisa y corbata obscura, zapatos negros bien boleados, tal vez lo único que resaltaba era el par de calcetines que estaba usando, eran de tonos azul claro. Subía por el ascensor y al llegar al piso cincuenta me encontré en el pasillo de espera a otros cuantos jóvenes que buscaban lo mismo que yo.

Los minutos se me hacían eternos, la ansiedad me poseía, pero una vez mencionado mi nombre me dirigí a la sala de entrevistas, ahí frente a mi estaban tres personas que por su imagen me indicaban que eran de los altos mandos. Una mujer castaña algo mayor pero bien conservada, un hombre de una estatura por arriba del metro ochenta y en medio quien parece ser el líder, un adulto de edad avanzada con el cabello grisáceo.
Se notaba mi nerviosismo, pero la entrevista fluyó normal, respondí a las preguntas de forma sensata, me tomaba unos segundos para analizar la situación y cuando me di cuenta por fin había finalizado, los tres se miraron entre sí, llenaron unas hojas y asintieron. Salí de la sala aliviado por terminar con mi tormento, solo comentaron que al día siguiente liberarían la lista de seleccionados.

No estaba seguro de lo que me deparaba, caminaba de vuelta a casa, iba a paso calmado por la banqueta, miraba los árboles del parque para llenarme de calma. Mi recorrido se interrumpió cuando doblé la esquina y choqué con otro transeúnte, mi portafolios cayó al suelo, volteé a ver al hombre quien se disculpó y enseguida se agachó para recoger mis pertenencias, antes de poder hablar rápidamente alguien utilizó su brazo para inmovilizarme, el agarre me tomó por sorpresa y en segundos tenía sobre mi nariz un pañuelo impregnado de un líquido con un olor adormecedor.

Con todas mis fuerzas pataleaba y sacudía mis brazos, grité por ayuda, pero aquel pañuelo solo me hacía producir gemidos, el otro hombre con el que choqué aventó mis cosas a un lado y enseguida sujetó mis piernas, ambos me cargaron y me llevaron a un lugar más solitario, ahí estaba la entrada al parque, lo último que pude ver es como era llevado dentro de la zona boscosa, después solo caí presa de un sueño forzado.

– Ouch… –mi conciencia regresaba a la realidad lentamente, un dolor muy agudo punzaba en mi cabeza, me sentía mareado, no sabía si mi falta de visión era por culpa de aquel líquido.

– ¿Eh? –la fuerza regresó a mis extremidades, pero éstas no respondían. Segundos después de algunos intentos me di cuenta que mis manos estaban atadas detrás de mi espalda, y al tratar de mover mis pies me llevé la sorpresa de que mis tobillos también estaban atados. Ambos por correas de plástico, los famosos precintos, no raspaban tanto gracias a mi ropa, pero estaban tan ajustados que al moverme me dolían las muñecas y los tobillos. – ¿Qué sucedió? ¿Por qué estoy atado de pies y manos y por qué tengo los ojos vendados? –estaba sentado sobre una superficie rocosa. Sentí que pisaba sobre muchos escombros, el lugar estaba inundado de silencio, tanto que podía escuchar el eco de los escombros crujiendo.
21:59 Feb 17th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 3.5
"y porque me hace todo estmmmpphh..."
"si quieres hacer más preguntas debes ganartelas. Ahora vendrán a vestirte. Te voy a poner a prueba niño, no me decepciones."
Alexis estaba muy confundido. Es raro despertar en la cama de una mansión de un hombre multimillonario, atado de una pierna y ahora amordazado. Ángel decidió darle un toque más a la mordaza. Trajo un pequeño trozo de tela blanca con la palabra "silencio" y lo ató sobre su boca para tapar la cinta que lo mantenía calladito.

"ahora tu mordaza combina con las sábanas. Descansa un poco más. Luego vienen a arreglarte." en lugar del antifaz le puso otra venda igual pero de color negro, bien apretada, y lo dejó ahí.
Al niño solo le quedó gemir a ver si llamaba su atención pero era inútil. Solo le quedaba seguir durmiendo hasta que fuera la dichosa hora.

Habría pasado una hora y media cuando alguien entró al cuarto. Alex yacía dormido e imperturbable. En el sordo silencio se oia su respiración tranquila. La verdad, era muy fácil dormir en una cama tan lujosa. una mucama se acercó a el y lo despertó. El niño gimió hasta que recordó la plática de antes y la razón de su estado.

"hola número 2, te voy a preparar para tu día con don Ángel. Espero que hayas podido dormir."

la señora le desató el pie y lo sento en la cama. traía un carrito con un montón de artículos de aseo. Le quitó la pijama al niño y por último desató sus manos. pasó sus manos por sus mejillas y toco sus labios, quedando maravillada por lo bien que le sentaba la boca tapada a Álex. Cuando salió de su trance le dijo:

"bueno, quítate el pañuelo, vamos a tomar una ducha." Alex tomo una toalla y lo llevaron al baño del cuarto donde estaba. Quería saber si se podía quitar la cinta de la boca pero le dió miedo preguntar, entonces al final la mucama le destapó la misma.
"oh había olvidado esto, es que es muy transparente. Ven acá"
con mucho cuidado le quitó la cinta y pudo hablar, sin embargo no sabía si era pertinente hacerlo.

" cómo te llamas?"
"Alexis"
"oh, que lindo nombre… normalmente no les llamamos por su nombre aquí. Ve y aseate y te llevo a tu puesto"

Pasó media hora. Alexis se lavo el cabello, los dientes y se dió un largo baño que lo llenó de paz. al salir le pusieron un uniforme similar al que tenía en su llegada al edificio. cuando estaba listo se le hizo raro que no lo hayan amordazado

"disculpe"
"si?"
"creo que se le olvidó taparme la boca y los ojos y esas cosas"
"ohhh cierto. Don Ángel te puso unas pruebas. La primera de ellas consiste en que debes escoger tu mordaza y accessorios

En otro cajón del carro habian artilugios para someter al niño. Alex dudoso miró todo con relativa rapidez y comenzó a escoger. No sé puede calificar de buena o mala esa elección, era una prueba para ver sus gustos.

"podría taparme los ojos?"
"eh si claro, dime con que quieres que te tape los ojos"

Alex escogió una venda negra con Velcro, se la pusieron apretada ya no podía ver nada. Luego Alex le volvió a hablar

"puede taparme la boca?"
"bueno, cómo quieres que sea tu mordaza?"
Alex en eso pensó en las miles de maneras en las que lo habían amordazado en tan solo 3 días y respondió.

Quiero que me ponga una bola de espuma en la boca y me la tape con cinta transparente y que me tape la cara con cinta negra, lo más que se pueda, dejando ver únicamente mi nariz. Se puede?

"wow si que sabes cómo amordazarte"

Alex hablaba con miedo pero a la vez con determinación. Antes de ser callado le pidió que le pusiera esos guantes que te obligan a cerrar los puños pero la señora insistió en que no era necesario.
Antes de ser amordazado gritó de nuevo y rápidamente:
"tiene guantes?"
La señora le dijo que si. Le destapó los ojos y se puso un par de guantes de nitrilo negro ajustados que se le veían muy bien.

"te gustan?"
"pues nunca había visto unos guantes negros, combinan con mi uniforme"
"bueno, se te ven bien"
"muchas gracias. Ya me voy a callar para que pueda seguir.

Entonces el abrió la boca para que le metieran la bola de goma y sintió un trozo cubrir sus labios y luego le pusieron más trozos de cinta sobre la boca y quedó bien sellada. la señora se detuvo a preguntar si podía respirar.

Alex se tocaba la mordaza e hizo el universal gesto de aprobación levantando un pulgar. cuando ya lo tenía reducido, la mucama le dijo:

te ves muy lindo e indefenso así pequeño.
Alex se sentía apenado y por dentro estaba aliviado porque sabía que no lo iban a castigar por andar libre sin venda ni mordaza.
"te tengo que tapar los ojos cariño"
Alex asintió con la cabeza y se dejó tapar los ojos. la señora le puso un par de parches en los ojos y sobre ellos puso mas cinta. trato de buscar a la mucama en la oscuridad y la abrazó fuertemente.
or primera vez el niño sentía paz al estar amordazado y miedo al mismo tiempo quería salir corriendo de aquel lugar pero no podía ni siquiera hablar.
"no te preocupes pequeño, aquí estoy. vamos, siéntate en tu silla y te llevaré al despacho"
Lo sentó, le ató los brazos a la silla y le puso la máscara que le ponen a la gente cuando la llevan de un sitio a otro.

Una vez terminado salieron hacia la oficina de Ángel. Al llegar lo sentó en una silla y le libero las manos y le quitó la máscara. ahí admiro lo bien que se veía y lo firme que estaba su mordaza. Ángel le pegó un sticker sobre su boca con un número 2.

"bien niño. espero que hayas podido descansar y que hayas aprendido a ser obediente. mírate, estás precioso"
Alex no sabía adónde mirar.
21:57 Feb 17th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MASCARA 3.4
Cuando Alex volvió en si estaba atado a una silla en el despacho de Ángel, quien esperaba a que despertara. El niño y el adulto se levantaron y dieron una vuelta por los pasillos. Vieron a muchos niños, unos solo hacían aseo y otros llevaban y traían cosas de oficina a oficina, otros estaban en las oficinas ayudando a las secretarias.

Cuando volvieron Alexis comenzó a gemir y pedir que por lo menos le desatarán las manos. en eso se percataron de que eran las 7 de la noche. "Creo que ya casi te toca ir a tu dormitorio".

Alexis no iba a ir a un dormitorio normal de hecho. Pero Ángel todavía quería algo de diversión. Entonces mando a llamar a unos criados mayores que Alex y lo llevaron a una pequeña sala dentro de su oficina. Ahí iba a dormir. En eso llegó el mismo hombre que lo amordazó antes. "Alfredo, el niño necesita una bolsa de dormir, dormira acá por hoy como habíamos quedado"

Alex pensó que lo iban a desatar y le darían su bolsa de dormir, pero en realidad él mismo era la bolsa de dormir. Comenzaron a quitarle toda su ropa hasta dejarlo en calzoncillos. Ángel le dijo a Alfredo que iban a tener que desatarle entero. Alexis no sospechó nada hasta ese momento. Le desenvolvieron las manos y comenzaron a quitar las vendas de su cara hasta dejar ver su mordaza. La retiraron lentamente.

Le dejaron beber agua y luego Alex se sobresaltó cuando pregunto dónde estaba su cama, comenzó a preguntar qué le iban a hacer y nadie pudo contestarle. Unas manos lo esposaron de muñecas y tobillos y solo pudo decir "no por favor no" mientras otra persona comenzó a ponerle cinta microfoam en la boca para que no hablara. Le pusieron unos parches en los ojos y comenzó a gemir indicando rechazo como todos los niños, le pusieron unos parches más en los pezones. Luego empezó a gemir enérgicamente hasta que el encargado lo volvió a amenazar con darle una descarga eléctrica. Alexis se calmó pero seguía muy nervioso y dentro de su mordaza ardia de impotencia porque sabía que venían más torturas.

Comenzaron a envolver su cabeza de la misma manera que antes, el niño sentía como comenzaba a quedar atrapado entre todas esas vendas y no entendió para qué lo liberaron entonces. Luego le comenzaron a envolver los tobillos, pero comenzaron a darle vueltas y vueltas por las piernas. "Creo que sí tendrás que envolver sus manos, no quiero que trate de liberarse" Alex movió hacia los lados rápidamente la cabeza y sintió que una persona le quitaba las esposas y le ponía las manos en forma de faraon egipcio, tocando sus hombros. Ahí empezaron a pegar con cinta sus brazos a su pecho.

Después de más de una hora de forcejeo, lograron el cometido de momificar al pequeño. Como detalle final a la momia le pusieron un par de trozos de esparadrapo rojo en la boca en forma de x y un antifaz. Lo pusieron en una cama con rejas que parecía más una cuna y ahí se quedó. Gemía mucho pero no sé entendía nada. Tenía la boca efectivamente tapada.

"descansa número 2, mañana será un día muy especial"

Alexis comenzó a retorcerse y a gemir pero no sé entendía nada de lo que decia, pensó que nadie lo podía oír, pero estaba vigilado por si le pasaba algo y comenzó a hacer esos gemidos típicos de antes de ponerse a llorar. Finalmente se le pasó la impotencia y se decidió por descansar así, atado, amordazado y vendado. Ni su primo se había animado a tanto.

Cuando despertó estaba en una cama muy cómoda con sábanas de seda. tenía un antifaz y los puños envueltos con cinta, cómo es habitual. y tenía dos trozos de cinta roja tapando su boca en forma de x. estuvo dando vueltas en la cama tratando de ponerse cómodo.

Se sentía en el cielo aunque aún estaba algo adormilado. Cuando volvió en sí despertó de golpe. Comenzó a gemir por explicaciones y como pudo con sus puños logró quitarse el antifaz de los ojos y vio la gran habitación en dónde estaba. parecía la suite más lujosa del hotel más lujoso de la Ciudad. en eso llegó don Ángel. en una bandeja traia un vaso de leche y unas galletas

"buenos días dormilón. veo que ya despertaste"

Alexis comenzó a gemir inentendiblemente. angel se acercó a su cama y lo tomo del rostro. lo miro a los ojos y sentía su respiración

"en primer lugar, no debes hablar si no se te ha permitido. En segundo lugar, no te entiendo si no te destapo la boca, y en tercer lugar por más fuerza que hagas esa cinta no va a ceder, has entendido?"

Alex respondió "hhmpf hhmpf" y asintió con la cabeza

Ángel retiro la sábana y se vio la bonita pijama azul celeste que le pusieron. Además tenía una soga dorada atada a un tobillo. que estaba atada a una de las patas de la cama

"te voy a dejar hablar y vas a hacer cinco preguntas. Está claro?"

Alex asintió con la cabeza. Ángel trató de ser lo mas gentil posible. Aunque la mordaza no tenía relleno la cinta era bastante fuerte. Alex, ya con la boca destapada se detuvo un segundo e hizo una de las pocas cosas inteligentes que había hecho desde su llegada al pregón y pensó muy bien sus palabras.

"que día es hoy?"
"lunes, son las 7 de la mañana"

"cuánto tiempo dormí?"
"naturalmente unas 10 horas"

"naturalmente?"
"mientras dormías te sedaron porque debías descansar más. Dormiste todo el domingo.

Al lado de la cama había una piaña con suero y un catéter. El niño tenía una marca en su brazo y una curita encima

"me puede desatar las manos?"
"no hasta que dejes ese impulso de quitarte la mordaza. Cada vez que seas rebelde te los envolveran en cinta"

"que estoy haciendo aquí?"
"este será tu cuarto y así dormirás cada día hasta que yo lo diga. ahora vendrán a alistarte y vendrás a mi oficina a trabajar"

Mientras ángel decía estas últimas palabras tomaba un parche de cinta transparente súper fuerte y se acercó a la cara del niño para taparle la boca.
21:56 Feb 17th
Juan

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EL HIJO DE LA MÁSCARA 3.3
"Mira que tierno e inexpresivo eres. Las caras no son necesarias en este lugar. Hablar entorpece tu trabajo, por eso mandé tapar tu boquita. Se te ve linda marcada en la capucha. Por desgracia necesito que veas y que respires. Sino tendrías toda la cara tapada.

Mira niño, serás mi asistente por las siguientes dos semanas, te pagaremos bien."

Angel le dió a Alex una pluma y una hoja de papel para que se pudiera comunicar.

"Recuérdame tu nombre."

"Alexis"

"Alexis... Que nombre tan lindo. ¿Y qué has hecho desde que llegaste al Pregón?"

"Tuve un turno de limpieza"

"Eso me contaron, lastima. Me hubiera gustado que empezaras en otra sección. ¿Cuántos años tienes?"

"En 4 meses cumplo 14"

"Estás muy joven aún. Bueno, tienes calor? "

"Estoy bien, no se preocupe."

"Me gusta esa actitud, mira, la máscara es ajustada. Solo te dejaran la boca destapada para comer. Confío en que la presión de la máscara sea suficiente para tenerte calladito."

Alex asintió con la cabeza y bajó la mirada, haciendo que Ángel le subiera el mentón. Le acariciaba la cabeza.

Ya irás aprendiendo cosas. Te ves muy lindo así, cachetón. Alex trató de sonreír.

Luego le pidió que le llevara unos papeles a una oficina al lado de la suya, al llegar las secretarias lo recibieron con asombro. Le dijeron que se veía muy lindo y él no supo que responder, lógicamente. Una de ellas le pidió que se acercara.

Alex acercó la cabeza

"Que bien te ves con esa máscara", decía mientras le acariciaba las mejillas y el mentón

En un movimiento repentino ella tomo su nariz y la apretó impidiéndole respirar, Alex cerro los ojos y comenzó a gemir mientras otras dos mujeres lo tomaban de los brazos. El niño se llenó de desesperación. Comenzó a sentir la falta de aire pero su capucha estaba muy apretada y no le permitía abrir la boca ni para gritar por ayuda. En eso hizo toda la fuerza posible pero fue inútil hasta que la secretaria decidió dejarlo en paz.

Alex tardó en recuperar el aliento y solo miraba con rabia a aquella mujer obesa. Dejó los papeles y volvió con otros a la oficina de Ángel. Cuando llegó el jefe le dijo que mañana limpiaria la oficina. En esas llegó a la oficina una señora jalando a un niño del servicio, vestido de mesero con mucho inconformismo.

"Este niño no sirve para nada, llega tarde y ya derramo un vaso de limonada en mi oficina, estoy harta. Necesita un castigo"

El niño vestía un traje de mesero rojo y blanco y tenía una mordaza de cinta microfoam.

"Déjalo aquí. Ya llamo a alguien que se lo lleve." Afirmó el jefe. En eso angel le ordenó sentarse en una silla cerca a su puerta y el joven solo se quedó ahí esperando lo peor.

Angel saco una ballgag y unas esposas y se las dió a Alexis. Le pidió que le quitara la cinta que tenía sobre su boca porque para él, estaba muy poco amordazado, y le pusiera la ballgag. A angel le gustaba ser duro con sus criados. Alex no sabía que hacer y Ángel gritó "o le pones eso a el o se van castigados los dos"

Alexis pudo esposarlo pero finalmente no fue capaz de arrancarle la cinta de la boca, Ángel se desesperó, saco otro par de esposas y se acercó enérgicamente al sillón. le quitó la cinta y lo obligó a mirar al piso. Finalmente lo amordazó

"Me van a acompañar los dos, necesitan aprender a seguir órdenes"

Se los llevó empujados desde su oficina bajando las escaleras y a un cuarto que daba a una fila de pequeñas salas. Ahí había un encargado.

"Alfredo, el de rojo está castigado. Protocolo caminata. El otro es mi asistente personal.
Necesito que lo acondiciones."

En eso llegaron dos enfermeros y Alex empezó a gemir tratando de llamar la atención de Ángel, quien ya se iba. Los hicieron entrar en el mismo cuarto. Había un armario lleno de vendas, mordazas y mil artefactos para quién sabe qué cosas. Había también una caminadora.

Los enfermeros le quitaron al mesero su camisa y sus zapatos y trajeron una camisa de fuerza blanca. El joven se resistía pero eran mucho más altos que él. Le pusieron unas zapatillas para hacer ejercicio, y le hicieron meter los brazos en aquella camisa. Después hubo desfile de correas yendo por su torso y entrepierna, mientras tanto otro encargado le puso parches en los ojos y comenzaron a tapar sus ojos y boca con vendas color blanco, dejando solo su nariz al descubierto, además de estar fuertemente amordazado. Lo llevaron a la caminadora y lo encadenaron a ella. Comenzó a funcionar y el joven empezaba a caminar. Gradualmente iban subiendo la velocidad hasta que comenzó a oírse la respiración agitada y los enérgicos gemidos del muchacho pidiendo ser liberado.

Los enfermeros le quitaron la capucha a Álex y le quitaron su endeble mordaza e inmediatamente comenzó a hablar para convencer a sus captores que no tenían que hacer eso que iban a hacer, además lo ataron a una silla, le quitaron los pantalones y le pusieron ropa más cómoda.

Finalmente pusieron una bola de goma seguida de un trozo de cinta transparente sobre su boca. Comenzaron a envolver su cabeza dejando sus ojos y nariz al descubierto además de el mechón de pelo de en frente. Comenzaron a envolver sus puños con esas vendas y luego le permitieron levantarse de la silla. El comenzó a moverse y a gemir muy fuerte hasta que recibió una descarga eléctrica en el cuello y cayó al suelo.

Comenzaron a unir sus manos con más vendas y oyó que le decían "debes aprender a ser más obediente niño, eres el nuevo interés del dueño de la hacienda y si quieres que te vaya bien debes ser sumiso, mira que lindo te ves, yo solo te dejaría amordazado pero estoy siguiendo órdenes."

Las múltiples vendas cubrían la cabeza del niño. Parecia una momia. Llegaban hasta el cuello. Luego le pusieron una capucha pero ésta era distinta. Tenía los ojos y la boca destapados y traía dos accesorios para tapar estas zonas.
podía ver y se intuia que existía una boca debajo del látex y las vendas. Evidentemente no se entendía nada.
21:54 Feb 17th
Juan

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EL HIJO DE LA MASCARA 3.2
Alex comenzó a respirar más rápido por la nariz y Nancy lo notó. El pequeño intentaba quitarse los guantes que le habían puesto. Finalmente se tocaba la boca con los puños y Nancy se la destapó.

-¿qué sucede amor?-
-Emmm disculpa me puse nervioso. nunca me habían atado así.
-Tienes que calmarte chiquitín.
-Solo dame un minuto, por favor
-te tengo que volver a poner la mordaza, Alex
-No hay otra opción?
-cinta adhesiva. pero no será muy elegante
-Mmmm... Está bien.
-Mira, te juro que no te dejare solo. no tengas miedo, si?
-Estaá bien...
-Solo abre grande

Así lo hizo el niño y sintió como la bola de goma llenaba su boca evitando que articulara palabra y la ajustó por detrás de su cabeza muy suavemente. Le pidió que le dijera si ahí estaba bien y Alex respondió algo inentendible. Nancy le acarició el pelo para darle calma y le puso la cinta.

-Un último detalle amorcito, te voy a poner un trozo de cinta sobre la boca bueno?

Alex asintió con la cabeza y luego pudo sentir como sus labios se pegaron a ella, impidiendo que babeara. Nancy hizo un poco de fuerza en sus labios y ya quedó listo. En eso llegaron los transportadores. Unos tipos que los iban a subir a un carro para llevarlos hasta el complejo corporativo de la hacienda para verse con Minerva. Éstos tipos los esposaron y ataron a Franck y a Álex con una cadena y así sucesivamente.

Los niños se hicieron en la.parte de atrás y adelante sus captores. En un carro detrás venía Nancy. Iban a la zona que Minerva y Ángel frecuentaban, que quedaba algo lejos del complejo donde vivían los niños. Unos 20 minutos en el automóvil pasando por los intrincados caminos de la hacienda, pasando por grandes zonas de esparcimiento llenas de niños en situaciones similares, hasta llegar a su destino.

Al llegar los bajaron cargados del coche y entraron muy temerosos de cada paso que daban a el edificio. Parecía una sala de audiencias enorme en dónde las oficinas están llenas de empleados de la zona administrativa del Pregón. Ellos no podían verlo pero por los pasillos andaban niños haciendo el servicio con uniforme de meseros, con parches de esparapo blanco sobre la boca, mascarillas blancas de algodón y guantes blancos, llevando y trayendo comida y demás a las secretarias del sitio.

Al llegar los hicieron entrar en una sala donde los sentaron y les quitaron las vendas a los 4. Luego cuando se les aclaro la vista les quitaron los guantes y Minerva, quien estaba sentada al frente de ellos les hizo la universal seña de "shh" cuando se llevó a los labios su dedo índice. Los captores que los traían escoltados y Nancy les quitaron las mordazas y los limpiaron, bebieron agua y luego les volvieron a tapar la boca con un parche de cinta plateada muy ancha, marcando sus labios pero permitiendo que hablarán en señas.

Primero hablaron de sus notas en la escuela, ella lógicamente tomó la palabra.

"Muy buenas tardes jovencitos. Espero que estén bien. Ya los 4 me conocen y no perderé tiempo haciendo presentaciones. Paula y Tomás, les fue muy bien en sus clases de pintura. Franck, ya te depositamos el dinero de la sesión anterior. Al cliente le gustó lo que hiciste con el niño que preparaste y te seguiremos llamando para eso. En general en la escuela no tengo quejas de ninguno, van a prorrogar sus periodos académicos? "

Todos respondieron asintiendo con la cabeza. Cuando les preguntaron si tenían objeciones nadie quiso hablar.

"Nancy. Te trajimos aquí porque debes saber que tus niños son los próximos en formar la guardia real. Los niños del 28 ya terminaron sus dos semanas de trabajo y siguen ellos. Empezarán mañana en la mañana."

"Oh, ya veo. Esta bien. Entonces me quedaré en la casa de Angel por unos días con ellos, verdad?"
"Desde luego. Pero tú sabes cómo es esto"

Nancy miro al piso con algo de desdén y aceptó. Acto seguido se llevaron a los tres para firmar sus contratos y demás documentos. Alexis firmo el contrato de la guardia real sin leerlo mucho. Confiando en su madre y en la promesa que Ángel le hizo; luego llenó su currículum académico con las materias de la escuela y con las actividades que iba a querer hacer tras terminar acá.

Luego, con su boquita aún tapada por ese gran parche plateado vio a Minerva sonreír de la satisfacción. Luego lo llevaron a el y a sus hermanos amordazados a la sala donde estaba el jefe.

"Bienvenidos jovencitos, sus nombres no me importan ni a mí ni a ninguno de los empleados de este edificio. Los llamaremos por números, el 1 el mayor y el 4 el menor."

En esas entraban unos hombres con unas capuchas de cuero y comenzaron a ponerlas las en la cabezas a los niños que ya estaban listos y amordazados. La capucha solo dejaba los ojos y la.nariz visibles y cubría toda la cabeza, Alex sintió como la amarraban en su cuello y estaba nervioso y a la vez molesto. Minerva llegó a acariciar su cabeza y levantó su barbilla mientras decía.

"Te sienta muy bien la capucha número 2. Te ves muy lindo, como un muñequito de porcelana. Te gusta?"

El solo gimió esperando poder mover el parche que tapaba su boca pero era imposible. Estaba muy apretado.

Eso, bien calladito y obediente, aprovecha para meditar. Jovencitos ya saben cómo funciona esto, serán 4 empleados más de la servidumbre de la casa. Solo hablarán cuando se les ordene o permita y cualquier cosa que se les ocurra que altere el orden y la paz de esta casa será duramente castigada. Sus hermanos solo dijeron que si con la cabeza. En eso entro don Ángel a darle el visto bueno a cómo habían quedado sus nuevos sirvientes y lógicamente se detuvo en el nuevo.

"Que gusto verte jovencito" exclamaba mientras le daba una amistosa palmada y admiraba mi bien que le quedaba la capucha. "Espero que te portes bien". Me los llevaré para sus oficios, señor, exclamó Minerva. En eso tomó el brazo de Alex con fuerza y dijo "Este es mio . Luego conseguiré a alguien que le indique que tiene que hacer".
21:52 Feb 17th
Juan

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Colombia

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EL HIJO DE LA MÁSCARA 3.1
Una vez ya estaban todos más descansados se pusieron a hablar de lo que les había pasado. Las clases de la escuela del pregón están organizadas como si fuera un pequeño colegio con primaria y secundaria. El máximo tiempo que podían estar era hasta los 18 años. Salir con la secundaria convalidada y tener comida y techo de primera calidad en teoría sería apenas justo para los niños que allí vivían. De todas formas habían algunos casos que desconocía el nuevo Alexis y que ya descubrirá.

Atendiendo al modelo académico de este sitio los niños ven clases de arte, inglés, español, deporte y matemáticas. Además, los forman para ser modelos para los clientes de la agencia que tenía Angel. Allí eran pagados por sus servicios, aunque ese dinero lo mantenían en cuentas bancarias, hasta que los encargados del niño decidieran el paradero final del dinero. Cuando los niños cumplen 13 ven tres años académicos normales, y una vez a la semana estudian arte y modelaje. Los preparan para producir sus propias sesiones de bondage y pueden ver clases de artes extracurriculares para pasar el tiempo.

Lo malo de todo esto es que los profesores tenían total permiso de castigarlos si algo no les agradaba, y era esa una de las cosas que desconocía. Era este el caso de Tomás y Paula, que han visto y vivido demasiados castigos quizás humillantes para cualquiera. y precisamente ellos iban a dejar que Álex los descubriera solito.

Precisamente él les contó acerca de cómo fue su mañana y ellos no podían creerlo. Franck afirmó que fue suertudo y que fueron algo Severos con el al atarlo para limpiar. A Tomás le brillaban los ojos y exclamó que quería tomar turno de limpieza la semana que viene, cosa que no le sonó a su hermana.

Franck no tuvo muchas cosas que contar de su turno en la cocina y se pusieron a jugar cartas en el cuarto hasta que a las 3:50 Nancy tocó su puerta. El mayor abrió y fue recompensado con una mano amigable que le acariciaba una mejilla.

-Niños, tendrán la junta con Minerva en una hora y media. Necesito que se bañen. Espero que no tengan hambre. Hasta que todos no estén vestidos no los voy a arreglar para su transporte.-

Los gemelos fueron a las duchas en primero y Franck le pregunto a Álex qué iba a escojer en la escuela, este último se sobresaltó al ver que debía ser el mismo quien organizará sus clases.
solo pensó en matemáticas y ciencias, de momento. también en arte como pasatiempo y quizás en algún tipo de manualidades.

Paula y Tomás salieron de la ducha vestidos para la ocasión. El pequeño tenía una camisa blanca y un pantalón marron, calcetines negros y un corbatín. Su hermana lucía un vestido entero rosa con lunares blancos. Faltaba peinarlos, los zapatos y arreglarlos para su transporte.

Mientras los otros dos fueron a ducharse. Alex tenía unas ligeras marcas en sus muñecas que se desvanecieron cuando el agua tibia comenzó a bañar su cuerpo. Ya estaban limpios y frescos, también debían vestirse para la ocasión, pues su madre les dejo todo preparado en sus camas.

Peinar a Franck no es muy difícil. Su pelo es quieto y muy corto, a Álex le peino el flequillo hacia la derecha y el resto del pelo hacia abajo, después le pellizco una mejilla y sonrió. ya estaban listos los 4. hizo que Paula se pusiera unos Guantes blancos de algodón que salían a juego con su vestido, cómo una especie de accesorio a su atuendo. -yo también quiero unos mami!!- exclamó Tomás. Nancy solo le revolvió el pelo y le dijo que no. Acto seguido tomo su mordaza y le iba a tapar la boca, pero el antes preguntó porque sería el primero en ser amordazado. -Porque tu eres el más ruidoso- contestó Franck. Entonces el accedió y se dejó callar por su ballgag. Luego le puso un antifaz y le ordenó cerrar los puños. Los metió en unas fundas de cuero que los mantenían cerrados. Cuando Tomás sintió el click de los candados que cerraban sus puños se sobresaltó.

Sólo falta un detalle, puso un trozo de cinta microfoam sobre su mordaza para evitar que babeara. Alexis estaba muy sorprendido de Ver a Tomás así. su madre le pregunto si estaba bien y el pequeño afirmó con la cabeza. Franck pidió ser el siguiente. El mismo proceso. Mientras Nancy lo preparaba, Paula aprovechaba para jugar jalando las orejas de su hermano, a lo que el respondía gimiendo con algo de rabia.

-Paula, deja de molestar a tu hermano- Exclamó su madre.

La niña solo se reía, hasta que fue ella la próxima en ser amordazada. Nanci fue con cuidado para no despeinarla y con cuidado le fue tapando la boca, los ojos y las manos hasta que ya estaba preparada. Era el turno del nuevo.

A Álex le temblaban un poco las manos y estaba nervioso, parecía un muñequito de esos que se ponen en lo alto de un pastel de boda. Nancy le levanto la barbilla y le pregunto si estaba nervioso. el afirmó mientras veía a sus hermanos amordazados como si fueran a ir a una cárcel de máxima seguridad. Nancy le dijo que todo estaría bien y que no había nada que temer, y como si fuera su propio hijo, esa mirada de confianza tranquilizó al niño.

Lo llevó a una pequeña silla y le puso la mordaza para evitar que hablara. Le pidió que le indicara hasta qué punto estaba bien para que no lo lastimara, luego le tapó los ojos y le acarició una mejilla, diciéndole que estaba muy bonito. El trató de sonreir. Le pidio su mano y ella la metió dentro de ese artefacto que mantenía aprisionados sus puños y ajusto una correa. luego la otra y sintió que le ponían un candado en cada uno.
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