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LEY

Mensaje:

22:41 Feb 28th
Juan

TITULO de su relato

EHDLM 2.3
Encontró en sus casilleros, que coincidencialmente eran vecinos una manzana y un plátano. Le dió a escoger y optó por el platano. Álex se comió  manzana.

Le pregunto cómo se llamaba.

-eduardo- respondió aquel menor.

-te llamare edi- dijo Álex en tono amable y le arrancó una sonrisa.

-porque te amarraron así?-
-porque no quise trapear un cuarto. Soy malísimo trapeando.-
-ow, son muy duros acá, no?-
-mneh, nadie aquí tiene problemas con qué lo castiguen en primer lugar, eso fue suave comparado con otras cosas que me han hecho-
-no te preocupa?-
-tu madre te ha dicho que no debes ofrecer resistencia, además, algún día te van a mandar al cuarto negro y sabrás de lo que hablo-
-bueno, se supone que tengo que volver a taparte la boca, pero no quiero.
-Antes de eso dime tú nombre y tu número de cuarto-
-Me llamo Álex y vivo en el 29, a partir de ahora somos amigos, ok?-
-Claro, yo vivo en el 20
-Bueno, ya sabes. -
-mientras más rápido me tapes la boca más rápido saldremos de aquí-
-Vale edi-

Tomo un trozo de cinta grande con una mano y en la otra la bola, se la puso con cuidado de no maltratarlo, al tener guantes de látex no tenía miedo de tocarle los labios.
Le puso la cinta con cuidado y la apretó con las manos moviendolas desde sus labios a sus mejillas hasta que notó que estaba bien pegada. Le pidió que balbuceara y no entendía nada de lo que dijo.

Luego le tapó los ojos con los parches adhesivos. No quería tener que mirarlo mientras le ponía el tapabocas. Lo ajusto a su nariz y luego lo ató. Con fuerza pero no la suficiente para dejar Marcas. Luego las tiras de abajo. Acto seguido, procedió a envolver sus manos de nuevo en aquella cinta mientras lo miraba con algo de pena

-no quiero hacerte esto, perdón-

Eddie solo le trato de gemir y le ofreció los puños para que los embalara. Luego le dió un abrazo que el correspondió. Luego le revolvía el pelo y le acariciaba la tela que tapaba sus mejillas, intentando darle tranquilidad. Entonces el gimió comunicando que estaba bien.

Bueno ya estarías, ahora me voy a tapar la boca vale?
Edi gimió con fuerza un mmphh para indicarle que el traía las manos atadas a la espalda. Alex no encontró las esposas entonces lo ató con más cinta
Ahí está bien
Mmphff mmmfpf-trato de decir

Alex se tapó la boca con la esponja y la cinta con mucho cuidado. Una vez estaba listo bajaron a la puerta donde Álex tiró los guantes de látex al cesto de la basura y se fue. Álex aprovecho que podía usar sus dedos y puso sus palmas contra las sienes de Eduardo y lo examinó. No podía preguntarle por su estado pero Lucía bien, si es que un niño de escasos 13 años puede lucir bien estando amordazado, vendado con una máscara y los puños aprisionados. Luego la persona que los dejo entrar le envolvio los puños y le puso otro tapabocas

Alex llevo a Eduardo tirándole de su cadenita hasta el último de los complejos de oficinas. Ese ambiente de represión en el Pregón era normal. Cuando llegaron a donde Paco este le revolvió el pelo a Álex y lo felicito por haber hecho bien su trabajo y los llevo a otro vestidor a los dos.

Una vez ahí les retiro todo menos la cinta y los dejo amordazados mientras les daba las instrucciones y organizaba una especie de coche con unos implementos.

Ellos espectaban en silencio obligado a que el les dijera que hacer. Solo se miraban y las saliva ya hacía pequeños caminos por la cinta desde sus labios. Sin embargo aquella seguía firme y no les permitía hablar.

-Bueno niños. Le dije al blanquito que si te llevaba al vestidor y te daba de comer los dejaría ir. Te trato bien?

Eduardo asintió y gimió un sí

-vale. Entonces... Quedan cosas que hacer. Amanecí amable hoy...

Mientras tanto le fue quitando su mordaza a Álex y el esperaba que simplemente se la cambiará y volviera a tapar su boca. Cuando terminó hizo lo mismo con Eddie y luego les dijo que iban a limpiar sus cuartos. El iría a visitarlos en dos horas para ver el resultado. Les dió un carrito con trapeadores, escobas y demás implementos. Detergentes y bolsas para recojer basura.

Antes de eso les dió dos pares de guantes de nitrilo de talla pequeña. Ellos se los pusieron en el instante y luego tanto el adulto cómo aquellos dos niños se miraban, Álex tomo la palabra:

-señor?
-que pasa, no te quedó claro?
-s... sí señor. Pero tengo una duda
-digame jovencito
-n... N... No nos va a...
-no les voy a que??
-n.. no nos va a tapar la boca, señor?
-que? Te molesta hablar
-mmmm pues no, pero le pregunto

Paco se puso a su altura y le dió una cachetada amistosa

-mira niño, esperaba que preguntaras eso. La verdad no te voy a tapar la boca, debe ser muy aburrido estar con otra persona y no poder hablar. Aprovecha y hazte amigo de Eduardo. Pero no te acostumbres, la próxima vez estarás amordazadito.

Álex obedeció pero no tomo eso como una muestra de algún tipo de Cariño. Ante eso sabía que podía aprovechar para hacerse amigo de alguien que no fuera compañero de cuarto.

Antes de eso. Saco dos tapabocas simples de su riñonera para que se los pusieran.

-solo traten de no hablar con nadie y no se quiten las mascarillas.

Dicho esto se dirigieron al cuarto número 20, el de Eduardo y se pusieron a limpiar. Cuando cerraron la puerta del cuarto Edu tomo los dos cestos de la basura y los echo en la bolsa del coche. Entonces, cuando iba Álex a empezar a barrer para poder trapear, se le escapo la pregunta obvia:
22:40 Feb 28th
Juan

TITULO de su relato

EHDLM 2.2
Llegaron y le asignaron un casillero al niño. Paco le quitó las esposas y Álex se llevó instintivamente las manos a la boca para encontrar donde empezaba la cinta pero no pudo. Paco levanto la voz y le dijo que no sé la podía destapar y de hacerlo sería castigado, lo que llevo a Alex a guardar la compostura y lo lleno de miedo. Ahí vio unos limpiadores y unas mascarillas. De diferentes calibres y formas. Paco saco la más básica. Un tapabocas con cintas que iban atados a la nuca.

Le preguntó al niño si alguna vez había usado un tapabocas, a lo que el negó, mintiendo. Lo llevó hacia un espejo donde se admiro lo bien vestido que iba. La mordaza seguía firme y simétrica y encima de ella le puso el tapabocas. Un retenedor plástico se chocó con su nariz y Paco pasó sus dedos para que tomara.la.forma de ella. Luego tomo las dos cuerdas de arriba y por encima de sus orejas las ató en su nuca con un nudo firme y apretado Luego esa tela suave y bien oliente, como a limpieza se posicionó sobre la boca y nariz del niño y el empezaba a olerla con placer. La jaló hasta que la barbilla quedó cubierta por ella y paso las tiras inferiores por debajo de la barbilla. Luego las enredo por detrás de sus orejas y las anudó en la parte superior de su cabeza. Le pidió que la examinará con las manos. El solo la toco con un par de dedos y giró su cabecita para ver cómo le quedaba. Estaba cómodo con ella. Luego el adulto lo llevó a su casillero y saco un par de artículos de limpieza.

Si no limpias te voy a atar la escobilla a las manos

Se formó un silencio incómodo que Paco rompió con una carcajada. Alex trataba de sonreír empáticamente

Cuando termines te las voy a atar asi. Déjame te muestro. Dame tu mano

Alex le puso el puño enfrente cerrado y el lo envolvio en cinta negra, estaba apretado. Siguió con el otro

Para Alex era inquietante no poder usar sus manos, no podía usar su boca para arrancar la cinta porque también tenía cinta en ella. Era una prisión infalible que lo convertía en un indefenso animalito a merced de la gente.

Paco tomo sus manos y las ató a su espalda con más cinta

-como se siente?
Alex trataba de responder pero era inútil. Su boca estaba tapada con efectividad
-me imagino que sí amiguito- respondio elocuentemente Paco- bueno vamos a trabajar

Lo llevó a un pasillo lleno de salas, aparentemente eran de huéspedes y oficinas. Habían unos 8 o 9 como el ahí.

-muchachos, el es Álex. Hoy nos ayudará con el trabajo.-

8 o 9 gemidos ahogados de bienvenida escuchó el y se puso en marcha con lo de la limpieza, entonces lo desató e hizo que sacudiera el polvo de una de las salas de la casa. Para saber si estaba bien así. Álex lo intento. Cuando ya lo tenía relativamente dominado le ordenaron limpiar una sala que estaba bastante empolvada. Primero sacudió algunos adornos que estaban sobre las mesas. Pequeñas artesanías y cosas así. Luego recogió un poco la basura y luego llegaron otros aseadores. Trapeaban y barrían los cuartos después de que sacudían el polvo.

Cuando lo tenían se percató de que había un rincón con un niño. Tenía las manos esposadas y envueltas en cinta negra. El mismo tapabocas y por un costado sobresalía un cachito de cinta, lo que indicaba que estaba amordazado, también tenía unos parches hipoalergénicos tapándole los ojos y trataba de hablar de vez en cuando. A nadie parecía importarle pero eso llamó la atención de Álex tanto que no paraba de mirarlo. Tenía más o menos su edad y era blanco con el cabello castaño. Se veía muy indefenso.

Terminaron de limpiar esas salas tuvieron un pequeño descanso que consiste en destapar las bocas de los niños y atar sus manos para que beban agua y ponerles de nuevo la misma mordaza, no tenían libertad alguna. Todos se fueron y el seguía atado a la pared y Álex no dejo de mirarlo. Paco le puso una mano por detrás en el hombro a Álex para decirle que le tenía que envolver las manos y eso le dió un susto que se convirtió en frío recorriendo su espalda.

-por lo visto quieres hablar con ese niño.-

Álex no quiso decir que si, pero en el fondo Paco tenía razón. Trato de apuntarle con la mano

-te propongo algo, cuida de el. No puedo hacerlo limpiar porque está castigado. Lo atare a tu cintura y lo llevarás contigo. Ya hiciste mucho por hoy. Te ví estornudando por allá. No quiero que te pase nada malo porque eres el nuevo.

El hombre tenía razon. El interior del tapabocas de Álex estaba algo húmedo. Paco embalo las manos de Alex y le quitó el tapabocas para limpiarle la cara y la mordaza con un trapo

-volveras a llevarme la contraria?!?- gritó al niño que tenía los ojos vendados

Asintió con la cabeza mirando a la nada.

-Vale.. te creo. Quedate quieto.-

Paco los unió con una pequeña cadena. Álex estaba libre pero el otro tenía las manos esposadas y los ojos tapados aún.

-lo vas a llevar a los casilleros así como está, allá te va a recibir un encargado. Le vas a quitar todo y le darás de comer una fruta de las de tu casillero y lo volverás a traer cómo te lo di, si lo haces los dos se van a sus cuartos. Entendido?-

Álex asintió con la cabeza. El pequeño solo seguía la cadena tensa y los gemidos que le lanzaba Álex. Después de una caminata algo corta llegaron y había otro encargado. El vio la situación y liberó las manos de Álex. Ya con las manos libres iba a ir a quitarse todo, pero el encargado lo detuvo y le puso la mano en el hombro. Le dió unos guantes de látex y le ordenó ponerselos.

Álex gimió y como pudo se los puso. El encargado los dejo solos. Cuando lo estaban Álex le puso las dos manos en la cara a aquel niño como si la estuviera sosteniendo. Le quitó los parches de los ojos y lo vió. Tenía unos ojos marrones muy bonitos. No sabía por donde empezar. Ese niño agachó la cabeza y le desató los nudos con amor. Luego su máscara cayó y dejó ver una bola de goma amarilla que estaba dentro de su boca amordazada con cinta. Se la despegó lentamente y le saco la bola de la boca como si fuera un odontólogo. Luego le soltó las manos y se destapó la boca.
22:39 Feb 28th
Juan

TITULO de su relato

EHDLM 2.1
El pequeño asintió con la cabeza y aquella mujer cerró la puerta con llave y los dejo descansar. Las camas de los niños eran muy amplias pero no demasiado. Los gemelos dormían en camas individuales juntos y en frente de ellos Franck y Álex. Todos se sentaron en ellas y mientras el nuevo organizaba sus cosas en su mesa de noche los demás murmuraban. Al final se pusieron a hablar entre ellos y comenzaron a conocerse.

Franck es Caleño al igual que Álex. Es hijo de un ingeniero electrónico y una maestra que lo dejaron en el pregón hace años y allá estudia. Es uno de los más aventajados y experto en preparar a los niños para las sesiones. Sabe de nudos y de todo tipo de artefactos para someter a cualquiera y ha hecho 3 o 4 sesiones muy buenas. Sus ojos grises hacen grandiosas las fotos de cerca y tiene una silueta muy bonita. Es bastante alto y pasa sus momentos libres haciendo todo tipo de deporte. El problema es que para algunos clientes no gusta ni su estatura ni su aspecto de adolescente. Tiene unos labios gruesos muy bonitos. Pero encontrar una mordaza que le luzca es difícil. En su lugar a él le gusta estar detrás de las cámaras y en eso es muy bueno.

Los otros dos niños son Paula y Tomás. Son los menores de cinco hermanos y son hijos de dos ingenieros. Pidieron a voluntad ir al pregón porque siempre fueron imagen pública de marcas de pañales y artículos para bebés cuando lo eran. Van a cumplir un año y eso es casi uno menos que Franck. Aparentemente son muy buenos para el arte. Su padre fue caricaturista y toca el piano, su esposa y madre de los chiquillos es cantante y estudiaba teatro antes de decidirse por la ingeniería genética, en la que trabaja con su esposo. Ellos no eran muy buenos con esto de estar atados todo el tiempo pero se han ido acostumbrando. Además, los cuidadores han Sido muy buenos con ellos porque son muy tiernos. Van a todas partes juntos y no pelean casi.

Después de contar su historia a Álex lo invadió un sentimiento cálido y acogedor. Sentía que tenía una familia en un extraño lugar y que la relación con sus hermanos iba a ser muy buena para el.

Le picaba la curiosidad y comenzó a hacer preguntas. Franck tomo la palabra y le dijo al pequeño que pronto iba a descubrir muchas cosas y algunas le iban a gustar. Por ejemplo. En ese tal cuarto negro han estado casi todos los niños del pregón. A veces los meten allá no por haber hecho algo malo, sino por simple capricho de los cuidadores. Las experiencias son largas pero no demasiado.

Los pequeños una vez fueron envueltos en vendas, desde los pies hasta la cabeza totalmente. Cómo si fueran momias. No podían ver porque les habían tapado los ojos con parches y la boca con una mordaza de bola. Podían respirar, pero poco más que eso. Luego los colgaron del techo hasta que se les acabaron los alientos para intentar zafarse. Y pasaron ahí cerca de 20 horas. Solos les cambiaban las vendas en la cara para alimentarlos y revisarlos. La razón? Paula se negó a servir de modelo para una clase de pintura y su hermano entró a defenderla. Terminaron atados, amordazados y en el cuarto negro.

Franck tuvo una discusión con un compañero en un partido de fútbol. Los dos salieron expulsados del campo y castigados igualmente. Así con su uniforme de fútbol fueron atados en el cuarto negro. Les pusieron unas grandes bolas como balones negros en las manos, les ataron los pies el uno al otro y les pusieron capuchas de latex, tapándoles la cara. Tampoco pudieron usar sus manos, porque las bolas eran mucho más grandes. Luego a Franck le ataron una cuerda por el.pecho y los hacían pasear por ese cuarto. Uno tras el otro. No podían ver y tampoco hablar. Antes de castigados se miraban con rabia, duraron así hasta que se les pasó, más o menos unas 9 horas.

Pasó la noche y amaneció. A las 8 de la mañana todos estaban despiertos y organizados. Franck tenía turno en la cocina y los mellizos tenían clase. Álex tenía que hacer aseo. Estaban todos uniformados y se fueron a sus puestos. El nuevo esperó en su cuarto la llegada de un señor. Tenía unas manos muy fuertes y una voz potente pero muy suave. Algunas canas y una mirada de abuelo condescendiente. Nancy le dió sus llaves a ese señor y se fue.

Álex un uniforme como el que vio en su bienvenida. El hombre le tomo una mano con suavidad y el accedió, llevándola a su espalda.

-como te llamas, chico?- dijo ese hombre.

Si Dios tuviera voz sería muy parecida a eso que escucho Álex. Era muy bonito oirlo hablar.

-a.. Alexis, señor. Todo el mundo me dice Álex-

-muy bien Álex, mi nombre es Francisco, pero puedes decirme Paco, ok?-

El niño solo asintió con la cabeza. Paco le extendió la mano y se saludaron. De hombre a hombre.

-me dijeron que este es tu primer dia, entonces seré gentil contigo. Pero necesito que cooperes, vale?- Alex asintió con la cabeza

Paco tomo las manos de Álex y las esposo detrás de su espalda, lo cuál lo puso nervioso, nunca había Sido atado así. Luego sacó de su riñonera una bola de goma amarilla. Cuando intentó metérsela en la boca el alejó la cabeza pero finalmente recibió la bola en su boca como los feligreses reciben las hostias en la iglesia. Luego le puso un trozo de cinta transparente extrafuerte sobre sus labios y mejillas. No quedaba ninguna arruga y se veía como sus labios rosados sobresalían perfectamente. Alex movía la boca para calcular que tan amordazado estaba.

Es fuerte verdad? Decía Paco mientras acariciaba sus labios

Mmphh ppphhf, dijo Alex

Luego se lo llevó caminando hacia el cuarto del aseo por sus implementos.
10:51 Feb 27th
Francesco Sinibaldi

País

Italia

TITULO de su relato

Poesia
Je demande le sourire du soleil.

Il pleut, dans
les souffles du
vent qui touche
les murs de
l'église, pendant
que l'oiseau
invite les
lumières à
rentrer dans
les fleurs...

Francesco Sinibaldi
22:05 Jan 30th
Juan

País

Colombia
Hola amigos, espero que estén todos bien. Resubi el primer capítulo de mi historia porque en estos meses (aparte de estar ocupado con la universidad) estuve haciéndole cambios a la misma. Quizás el capítulo 1 no cambie mucho, pero les aseguro que si hay cambios en los capítulos posteriores. Espero que lo disfruten y subiré el segundo muy pronto
22:03 Jan 30th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 1.5
Los pequeños aseadores terminaban y dejaron sus guantes y mascarillas en el cesto de la basura. El encargado los llevaba en fila hacia un gran comedor. En nada se parecería a el comedor de un colegio, era más parecido a un lujoso restaurante. Nancy le pidió al pequeño que se sentará en la mesa que correspondiera con su número de cuarto, que también estaba indicado en su mordaza. Del 1 al 43, la mesa número 29 estaba en una de las orillas de aquella sala. En ella se sentó un niño de piel oscura y unos lindos ojos color gris, con un uniforme de fútbol y con una mordaza que llevaba el mismo número que la que le tapaba la boca a Alexis: el 29

Comenzaron a platicar con lenguaje de señas

H O L A
C O M O T E L L A M A S

A L E X I S
Y T U

F R A N C K

En esos momentos llegaron a la mesa los encargados. Minerva llevaba a unas niñas que eran meseras y estaban sirviendo en los diferentes cuartos de la mansión. El encargado de los paseos de los niños de arte llegó con una fila de pequeños amordazados. Así mismo el jefe del aseo y las niñeras. Vio algunos más que no alcanzo a detallar en su tour y poco a poco aquel gran recinto se fue llenando de niños y niñas de todas edades y razas y una vez liberados comenzaron a buscar sus mesas. Cada una tenía entre tres y cuatro pequeños.

Habían cerca de 100 niños en la sala y todos gemían buscándole conversación a sus hermanos. En la mesa donde estaban Franck y Álex se sentaron dos niños de blanca piel y pelo castaño. Eran mellizos, una niña y su hermano. Ambos tenían cintas hipoalergénicas tapándoles los labios y comenzaron a platicar con el nuevo.

Antes de poder sacar información valiosa para Álex, cómo sus nombres, salieron de la cocina un señor grande y robusto y un ejercicio de meseros y meseras, algunos adultos que trabajaban en la hacienda y otros pequeños ayudantes. Estos vestían delantales blancos y tenían unas sudadas manos resguardadas en guantes de látex. Por lo visto ayudaban al chef. Lógicamente no podían probar la comida, pero el chef si. Llevaban gorros para que su cabello no entrara en contacto con la comida y tenían mordazas como las que Nancy había referido para los que hacían la limpieza. Niñas de blanca piel y algunos jóvenes mayores a Álex tenían bolas amarillas de goma y sobre ellas una cinta transparente muy bien puesta que dejaba ver el relleno de sus mordazas. Todos aguardaban en fila algo que Álex no podía entender.

A pesar de que los mellizos no tenían esas ballgags con candado no hacían mayor esfuerzo en quitarse las cintas de la boca. Acto seguido entraron muchas mujeres vestidas igual que Nancy. Cada una buscó a sus pequeños y comenzaron a liberarlos de sus aparatos. Primero Nancy le quitó el candado a la mordaza de Franck y los labios algo más gruesos de aquel joven estaban libres. Nancy llego en el mejor momento porque ambos empezaban a babear por acción de la mordaza. Por otra parte. Le quitó con mucho cuidado las cintas de la boca a los mellizos y escupieron de su interior pequeñas piezas de tela blanca.
Luego les limpió la cara a los 4 y una campana dió inicio al baile de los meseros.

Luego una serie de platos gourmet comenzaron a llegar a cada mesa. La más exquisita comida que podía nadie imaginar. De cualquier cosa se podían quejar en El Pregón pero jamás por cuestiones de comida. Los más deliciosos platos y postres, hechos a la medida de cada uno y con el punto exacto de sal y dulce que cada uno prefería. Todos estaban marcados para que los meseros sepan el destino de cada exquisitez que había servida. El chef en un principio hablaba con cada niño y le hacía una serie de preguntas para saber qué le gustaba a cada uno para satisfacer sus necesidades y gustos gastronómicos. Ya llegaría el momento que Alexis tuviera esa conversación. Mientras tanto el filete mignon en finas hierbas y y la ensalada César y las papas confitadas y demás platos eran perfectos para el.

Principio, plato fuerte, y postre pasaron y luego cada mesero llevó a su destino la comida y todos fueron infinitamente felices. Cuando terminó el festín el reloj marcaba poco más de las 7 de la tarde. A Alexis se le había ido el tiempo como agua entre los dedos y ya iba a cumplir un dia en El Pregón. Ahora vendría la otra parte de la historia, su dormitorio.

Los meseros recogieron todos los platos y cada una de las madres limpió la mesa donde cenaron los pequeños. Todo listo. Los ayudantes de la cocina y el chef lavaban todos los platos para que ellos también fueran con sus madres a sus cuartos. No los amordazaron porque tenían la boca sucia. En su lugar fueron ordenadamente a sus cuartos. El de Álex, el número 29 sería su nuevo hogar.

Lo que parecía un pequeño cuarto era una habitación bastante grande con 4 camas, apelando a la lógica. La cama y la mesa de noche de Álex estaban vacías y alli estaba su maleta. Su ropa ya estaba en el armario. Sus pertenencias las organizaría el.

-muy bien niños. En tres horas se apagan las luces. Aprovechen para charlar con su nuevo hermano y no le hagan nada porque si no terminarán en el cuarto negro los tres.-dijo Nancy. Intento hacerlo en tono autoritario pero la verdad su voz dulce y su maternal diccion no se lo permitían.

Ese era el momento de Álex para concocer a sus hermanos. Y pasaron la noche hablando tal como se lo dijo su madre.

Álex, cariño. Mañana tendrás que hacer aseo con el encargado, vas a tener tu primer trabajo en El Pregón. Aprovecha para descansar y estar con tus hermanos.
22:02 Jan 30th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 1.4
Sabes hablar en lenguaje de señas?

-si pero solo con letras... - contesto el niño.
-no mentía don Ángel al decir que era un niño muy especial- añadió Nancy mientras le revolvía el pelo al pequeñín.

-Bueno si no tu madre te va a enseñar-

-esa bola de goma es tuya. Tiene el número de tu cuarto y es posesión de tu madre.- aquella bola aparte de mantener callada la boca de Álex dejaba ver un número 29 que servira para Identificarlo en caso de emergencia.

Después de eso llegaron al sitio. Era una casa campestre enorme con todo lo que un millonario podía tener. Amplios campos y canchas de múltiples deportes. Zonas verdes y piscinas. La casa era preciosa y unos 100 niños la habitaban.

-bien, llegamos.- Dijo la madre a su nuevo hijo. -Vamos, nada malo te va a pasar si estás conmigo-

Al entrar vio muchos niños. Unos quizás de 10 u 11 años y otros quizás mayores que el. De todas las razas y haciendo infinidad de cosas.
Nada más entrar vio a tres de ellos. Vestidos con un uniforme azul Turquí y armados con trapeadores, y guantes de nitrilo. Dos de ellos estaban limpiando una parte de la entrada y el otro buscaba basura dentro de los cestos para echarla en un gran recogedor, los tres llevaban tapabocas blancos que cubrían perfectamente sus caras. Parecían muñequitos. El menor de ellos se dispuso.a saludar con la mano y Nancy correspondió el saludo. Cuando pasaron por delante ella le pidió al pequeño que mirara hacia atrás. Aparte de las cintas que mantenían los tapabocas puestos en sus caras sobresalían una correa tras la nuca de cada uno y un pequeño candado.

-estan....-
-amordazados- contestó su madre. -el encargado los amordazó y les puso esos tapabocas perfectamente para dar la mejor impresión-
-no es incómodo?-
-te vas a acostumbrar, disfruta tus últimas palabras antes de que te tape la boca para el tour-.

El niño solo le preguntó a su madre cuándo sería la próxima vez que podría hablar y está el dijo que a la hora de la comida. Al haber llegado en la tarde comería algo entre la cena y la hora de dormir, además era viernes, una ocasión especial. Después conocería su cuarto y a sus "hermanos" ya que sería el segundo de cuatro hermanos.

Dicho esto el niño asintió y trago la poca saliva que tenía sobrando en su boca y la abrió. Solo sintió como la totalidad de la goma le llenaba la boca y las correas algo apretadas recorrían su nuca. Nancy le dijo al niño que no debía estar nervioso porque podía morder su bola y lastimarse los dientes, entonces solo debía relajarse y acostumbrarse a ello. Los labios solo sobresalían por encima y debajo de la bola. El click del candado sentenció aquel momento y el niño no podría hablar. Su madre no tenía muchas ganas de quitársela. una pequeña cadena de algo más de metro y medio desde su cintura hasta una de las pequeñas piezas de tela que servían para sostener el cinturón del niño a sus pantalones.

-Cuando te vayan a transportar te van a poner una mordaza y quizás te pongan está cadenita. Las zonas verdes son tan grandes que te puedes perder. Todos los cuidadores tienen métodos diferentes pero no te haran daño

Dicho esto empezó el tour.

Primero pasaron por una especie de pórtico que daba a una zona llena de árboles y animales silvestres. Unos 20 niños y niñas de algo más de 10 años recorrían la zona con guantes de blanca tela para no ensuciar sus manos. Tenían cintas hipoalergénicas de su color exacto de piel tapándoles la boca y marcando sus pequeños labios, para dar la impresión de que carecían de ellos. Estaban viendo y tocando hojas de los árboles y algunos alimentaban a las aves que bajaban de sus nidos cuando les soltaban comida. Un encargado los llevaba guiados y tenía a su lado a un pequeñín encadenado de piel algo morena. El pelo puntiagudo y la mirada algo vacía. Tenía sus manos aún enguantadas atadas hacia su espalda con unas pequeñas cuerdas. Y solo seguía al encargado.

-esos niños están buscando inspiración para sus clases de arte. Ahí donde los ves son pintores y hasta músicos y salen guiados al bosque a distraerse. Tú puedes tomar esas clases también si quieres-

Inmediatamente Alexis apuntó al encargado y al niño que llevaba consigo.

-ese? Quizás hizo algo mal y lo castigó.- decía Nancy

Era algo paradójico, pero si a un niño amordazado le atas las manos no se puede comunicar de ninguna manera. De todos modos el niño con la piel cobriza veía atentamente su entorno y le gemia a su adulto de vez en cuando.

Luego siguieron hasta la casa. Al entrar vieron una parte donde habían salones de clase y muchos jóvenes limpiando. Todos eran similares a los que vieron en la entrada. Pero a estos no se les veían correas bajo sus tapabocas. En esos salones ven clase los más pequeños a cargo de profesores contratados por la hacienda. Ellos pueden hacer toda clase de castigos y obviamente ellos deben ver clase con la boca tapada. Hay un aparte en la mansión que tenía unas oficinas de las cuales salían de vez en cuando mayordomos y meseras como en toda la casa.

Luego entraron a la zona donde dormiría, vio puertas del 1 al 43 y cada una tiene una madre encargada y un máximo de 4 niños a su cargo. Y unas grandes puertas metálicas negras. Ahí según Nancy llevan a los niños castigados cuando se portan demasiado mal con sus encargados. Todos los niños y niñas que vio en su recorrido se comunicaban entre sí como podían y por lo visto no les parecía malo.

Cuando fue hora de comer una campana sobre una pequeña torre en el centro de la hacienda retumbó en todo el lugar.
22:01 Jan 30th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 1.3
Miren los dos. La idea es la siguiente -vociferaba aquel hombre- el niño viajaría conmigo a un lugar a las afueras de la ciudad, ahí lo cuidaría y lo entrenaría.

-entrenarlo??- dijo Martin mientras sus cejas se elevaban.

El hombre adinerado sin nombre comenzó a ver cómo se caian sus oportunidades de tener a aquel niño. Su pecho se ensanchó y una exhalación ancha y poderosa salía de su boca. Se dispuso pues a explicarle todo muy claramente al adulto.

Mire, su pequeño es especial. Hay una sociedad de millonarios excéntricos que estan algo mal de la cabeza y pagan por ver material fotográfico de niños, niñas y adolescentes, en situaciones algo raras. Amordazados y/o amarrados, o simplemente con cosas como máscaras o gorros tapándoles la cara y en especial la boca. Cosas que no puede imaginar y que no representan daño mayor al niño. Mi abogado va a conseguir una gente que haga todo para que pueda faltar al colegio. El niño es muy lindo y tiene un cuerpo y una cara muy agraciadas. Además por lo visto le gusta. Entonces es un caso único. Allá hay decenas de niños entrenando para agradarle a mis clientes. Todos están ahí por su voluntad. Él va a tener un espacio especial en mi hacienda y mi personal va a ser muy amable con el. Véalo cómo un campamento  o algo así, no solo lo tendremos amarrado todo el tiempo. Ni vamos a usarlo de objeto sexual no vamos a vender sus órganos. No sé preocupe. Qué dice Martin, acepta?

Martin estaba impactado con lo que aquel hombre le contaba. Alexis por su parte estaba algo emocionado. Ellos decidieron aceptar. Martín iría a verlo o lo llamaría una vez cada dos o tres semanas. Ese hombre adinerado estaba más que feliz y firmaron una serie de papeles y estaba cerrado el trato.

-Disculpe señor- decía Martin mientras pensaba lo desdichado que era -me recuerda su nombre?-

-Ángel- decía el señor mientras se acomodaba la corbata. -Ángel Cavieres, nunca olvides ese nombre muchacho-

-Bueno niño. Mañana vendré por ti.- le decía don Ángel a Alexis mientras pasaba su férrea mano por una de sus mejillas muy cuidadosamente.  -Muchacho, tú niño no va a sufrir, va a divertirse .No te preocupes. -

-s...si, señor- respondió Martin.

Al día siguiente:

-Álex, estás seguro de que quieres hacer esto?-

Una voz le respondía al adulto desde el baño: - primo es como un campamento, yo me sé cuidar solo. Además ese señor dijo que voy a estar bien y voy a ganar dinero para comprar una laptop nueva.-

El niño salió del baño oliendo a triunfo. Su cabello perfectamente peinado y arreglado. Tenía hecha la maleta y estaba emocionado por lo que sea que le fuera a pasar en esa hacienda

Un auto con las ventanas blindadas y polarizadas estaba esperando a el niño afuera de su casa. La condición que el le puso a don Ángel fue que le dejarían hablar con sus padres siempre que ellos lo llamarán para evitar sospechas. Martín a pesar de su edad no evitaba llorar al ver a su niño irse lejos a quien sabe dónde y sin saber que le harían. En la puerta de la casa Martin se arrodilló y acarició la tersa cara de Álex y le pidió que se cuidara y le recordó lo mucho que lo quería.

Después de la emotiva despedida que le arrancó dos o tres lágrimas a Martin el chófer descendió de aquel vehículo y  ayudo a Alexis a subir su maleta. Adentro del vehículo había una mujer muy bella pero con una mirada dominante y otra mujer con unas llaves una mirada muy tierna, vestida de blanco. Alexis abordó el vehículo y la puerta se cerró.

La mujer más fría se llamaba Minerva, no sabía si ese era su nombre o si era un pseudónimo. Indiscutiblemente ese nombre combinaba perfectamente con su personalidad. La otra mujer se llamaba Nancy.

Minerva le dijo al pequeño que era tan lindo cómo lo describió don Ángel, pero si quería estar en el pregón (así se llamaba) debia entrenar como los demás y cumplir con sus tareas. La otra mujer sería su "madre" en aquel lugar. Se llama igual que su verdadera madre. Además sería su ama de llaves.

-llaves?- preguntó el niño.

-si, llaves. Ahora traga saliva y abre- dijo Minerva mientras le encajo una bola de goma con correas y la ataba en su nuca, Alex nunca había tenido algo así y fue un poco impactante para el. Pensó que se podría atragantar pero se acostumbro rápidamente a esa sensación

-a ver, Alexis?- el niño asintió con la cabeza. -en este sitio los niños pasan la mayoría de su tiempo amordazados.  Eso hace que cuando los amordacen para un evento o un photoshoot no les dé mucha presión estarlo. Además tienes que hacer algunas tareas y trabajos y los encargados te van a cambiar las mordazas dependiendo del sitio. Si no te dejas tapar la boca te van a castigar. Nancy será tu madre y ama de llaves, está bola que tienes en la boca te mantendrá callado hasta que lleguemos. -

Acto seguido el niño sintió el click de un candado tras su nuca

-te asegure la mordaza con un candado. No te la puedes quitar a menos que sea necesario. Las llaves solo las tienen tu madre y el jefe. Don Ángel te puede destapar la boca cuando el quiera. Pasarás momentos donde podrás hablar pero bajo la reglamentación. Entendido?-

El niño estaba algo confundido por el trato y trató de apartar la bola de su boca para contestar pero inútil fue. Asintió y trato de gemir.

Nancy le quitó el candado y con cuidado de no hacer daño le retiró la mordaza de su boquita. Él solo trato de mover la mandíbula y se limpió la saliva con la mano.

-eso fue un pequeño simulacro- como te sientes?
Nunca había usado una de esas cosas
Bueno, siempre hay una primera vez para todo mi amor- respondio Nancy condescendientemente
22:01 Jan 30th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 1.2
Es que estas medidas eran muy normales entre Alex y su acudiente. Siempre que hay una oportunidad Martín calla a su primo amordazandolo y algunas veces lo amarra, con cinta o con cuerdas, a veces en broma o en forma de castigo. El pequeño no opone resistencia. No le molesta mucho que le tapen la boca con cinta. Eso sí, lo hace por intervalos muy cortos

Álex subió su mascarilla hasta cubrir su nariz y sus amordazados labios. Las esquinas de la cinta que lo callaba sobresalían por ella y el no hizo el menor esfuerzo en quitársela. Se llevó su artefacto y mientras tanto pensaba que modificaciones hacerle. Álex trabajaba un poco mejor así. Callado era más eficiente, sin embargo su primo no lo exhortaba a mantener amordazado, aunque cuando lo hace el lleva lo que le ponga en la boca con mucho gusto.

Mientras tanto Martin estaba concretando una reunión con su cliente. Era un hombre de voz fuerte, seguro de sí mismo. Tenía el respeto de la alta sociedad colombiana y tenía todo lo que un hombre adinerado tendría, y más...

-disculpe... Este... Fermín?
-me llamo Martín señor
-eso, su número de teléfono es el 3268675780 del que me llama?
-si señor. Como le venía diciendo me gustaría reunirme con su representan...
-entonces abra la puerta
-señor?
-me escucha bien? Le digo que abra la puerta. Estoy abajo en una camioneta.
-como sabe donde vivo?
-geolocalizador muchacho, fue una llamada muy larga.
-pero no es el mejor momento señor
-muchacho, viajo a Bogotá en la noche y a Madrid en dos días, si quiere que hablemos no veo mejor momento que este.
-emmm... Bueno. Si así lo desea le invito un café y hablamos de negocios.
-eso quería escuchar Martincito.

Martín encendió la cafetera y bajo sin más reparo a abrirle al cliente más extraño que tendría jamás. Era un señor de imponente aspecto, impecable, con un par de guardaespaldas y una asistente. Un chófer igual de impecable abrió la puerta, uno de los tipos que lo cuidaba se quedó en la puerta de la farmacia y el otro subió con el hasta el apartamento de Martin y su primo.

El pequeño estaba muy concentrado en su proyecto. La inspiración invadió su ser y ni se percató de que Martin estaba abajo recibiendo a alguien. Subieron y el café sobre la mesa abrió una reunión donde concretaban la pauta de una marca de zapatos. Tenían a los modelos en lista y tres o cuatro llamadas después estaba cerrado el tema. El ejecutivo no tenía pelos en la lengua para negociar y le gustaban los tratos rápidos. ¿El problema? El pago de todos en la agencia llegaría con la venta del primer lote de la marca de zapatos. Entonces tendría que esperar un mes para ver el dinero que necesitaba.

Por otra parte en otra zona de la casa Álex tenía que soldar unos componentes a una plaqueta. El soldador. Caliente y humeante se deslizó de la mano del niño y le quemó en los dedos índice, corazón y pulgar de su mano. Intentó gritar del dolor pero la mordaza se lo impedía. En su lugar salió un ahogado gemido que resonó en toda la casa.

-que demonios fue eso?!- preguntó el ejecutivo.
-ehh nada nada señor. No sé preocupe.
-lo que sea que hizo ese ruido está pasándolo mal, tienes perro o algo así?
-no no señor

Alexis salió a la cocina a buscar una pomada para las quemaduras y se encontró con la visita de su primo.

-hola niño- dijo aquel hombre mientras extendía su mano para saludarlo.

Alexis no dijo nada y solo trato de sonreír, devolviéndole el saludo con la mano.

-como te llamas?-

Alexis no podía decir nada, estaba amordazado. Su primo recordó eso y se le pusieron de punta los pelos de la espalda y reaccionó rápidamente.

-señor se llama Alexis, es mi primo-

El pequeño afirmó con la cabeza, sin bajarse el tapabocas.
Ese hombre reviso la mano herida de Álex y le puso la pomada que andaba buscando masajeando sus pequeñas manos.
Martín lo llevo a la mesa donde yacía un robot a medio construir y el señor estaba asombrado. No separaba la mirada del niño, quien en parte también olvidó lo de la boca.

Al ver el humo y la viruta entendió el estado del niño. -y entonces tienes eso puesto para no chupar todo este humo- Álex asintió con la cabeza.

El señor lo miro a los ojos y vio un pequeño trozo plateado salir de una de sus mejillas y detuvo su marcha en el. Tomo con delicadeza el tapabocas y lo retiro del todo, dejando ver una boca amordazada.

-pue.. puedo explicarlo señor-
-calla muchacho-

Aquel hombre solo admiraba lo bien que se veía el Niño con la boca tapada. Puso un par de dedos sobre lo que parecían ser sus labios y notó un bulto

-tienes algo dentro de la boca?

El niño asustado solo asintió con la cabeza.

-y te molesta mucho?

Álex solo negó con la cabeza y se encogió de hombros

-y quien te puso esto?-

Antes de que pudiera contestar Martin alzó la voz -fui yo señor... qué pena con usted-

Alexis se llevó una mano a la boca y el hombre bajo su mano con la de él muy lentamente. Dirigió sus ojos hacia el mayor y le pidió al pequeño que no se destapara la boca.

-muchacho, tengo que proponerte otro negocio. Implica dinero y a tu niño. En el sur de la ciudad hay una sociedad que amara a tu niño. Necesito un actor para una sesión de fotos y unas cuantas presentaciones, si te interesa puedo desembolsarte el dinero ya mismo. Pero no hay vuelta atrás y será por un tiempo

-señor, estoy a cargo de él y si el dice que sí pues si. Si se niega no podremos hacer trato.

El señor se dirigió al menor y le preguntó si le gustaría ganar dinero estando así. El pequeño no vio problema y afirmó aún amordazado.

-el niño quiere, entonces, tenemos trato?

-si pero dígame de qué se trata

-Niño, quitate eso por favor.

Alexis se arrancó la cinta con cuidado y dejo salir el pañuelo que aplacaba sus palabras.
22:00 Jan 30th
Juan

País

Colombia

TITULO de su relato

EL HIJO DE LA MÁSCARA 1.1
Cualquier persona que diga amar el bondage, tanto si disfruta estar preso de las cuerdas y amordazado de las maneras más creativas o si disfruta atando a cuánta víctima se le pase por en frente; siempre ha soñado tener alguien con quién disfrutar esto todo el tiempo.

Martín es un hombre de 26 años, trabaja como manager de modelos en una empresa llamada MultiFlash S.A, la cual tiene sus oficinas en Cali, Colombia. Uno de sus principales modelos es también su primo pequeño, Alexis. Es de quién trata nuestra historia.

Alexis es un niño nacido en Bogotá. Es hijo de empresarios y vive con su primo porque sus padres no pueden hacerse cargo de él por motivos de trabajo. Ellos viven en Bogotá al frente de un prestigioso laboratorio que produce y vende medicinas a puntos de todo el continente. Ellos querían que su hijo viviera y estudiara en Cali debido a que ahí está todo su núcleo familiar, y Martin decidió hacerse cargo del pequeño Alexis desde que tenía 7 años, y a día de hoy cuenta con 13.

Alexis un muchacho muy callado y obediente, nunca fue maltratado. Es centrocampista en una escuela de fútbol donde entrena desde los 10, por lo que cuenta con un estado físico envidiable. Es delgado pero la transición de niño a adulto lo ha ayudado a formar unos cuántos músculos en el abdomen, pecho y piernas, así como una esculpida figura que lo hacía verse bien con cualquier tipo de ropa que se quisiera poner. Además tiene un cutis envidiable y es muy fotogénico.

La verdad Alexis mantiene bastante ocupado. Sus padres le pidieron a Martín que lo inscribiese en cuanto deporte o actividad gustara para que estuviera ocupado. Aunque al niño le ha gustado ir variando sus hobbies hay algunos que practica desde hace tiempo. Le encantan las manualidades y pintar murales o piezas de cerámica y la carpintería. Estudia en un colegio técnico, donde una vez a la semana deja de ver las materias de colegio normales y ve una materia técnica, donde le enseñan a especializarse en un oficio. El caso de nuestro pequeño era la electrónica y robótica, cosa que se le daba tremendamente bien.

Martín y Alexis viven en un apartamento que queda en un segundo piso, sobre un local que guarda una farmacia que es propiedad de sus padres.

Un día como cualquier otro, 18 de febrero, Alexis, que cubría su cara con un tapabocas, más grueso de lo normal, negro, con dos tiras elásticas que lo mantenían bien fijo a su cara y que apretaban un poco su cabello, trabajaba en traer un robot de su autoría a la vida. En una mesa muy amplia que tiene en la sala de su casa el pequeño tiene un montón de componentes electrónicos y un soldador. La soldadura, hecha a base de plomo y el fijador que ayudaba a pegarlo en los circuitos olía especialmente mal, de en la otra mitad sobresalen partes de madera que simulaban piernas. Muchas poleas y engranajes, algunos sin cortar. Que le quedaban pendientes al niño. Tanto los vapores del plomo como la viruta de la madera obligaban al niño a cubrirse la cara con dicha mascarilla.

Su primo estaba viendo las facturas que llegaban a la casa. Gastó irresponsablemente el dinero de la manutención de su pequeño primo en un negocio que no salió del todo bien. Estaba muy preocupado por el momento de ponerle la cara a sus padres.

- ¿Importará demasiado? Pero si soy el único que puede cuidar a su hijo. No creo que les importe mucho. Igualmente yo produzco dinero con el. Pero no alcanza... Piensa Martin, piensa.

El desespero llevó las manos de Martin a su cabeza. Tenía que hacer un negocio muy rentable en menos de dos semanas para solventar las deudas mientras recuperaba ese capital. Mientras tanto su primito se peleaba con las partes de una máquina que no tenía forma ni en su basta imaginación. No podía verse en su cara pero tenía desasosiego porque la fecha de entrega quedaba a menos de una semana y el, no sabía qué hacer. Hablaba consigo mismo. En un momento de inspiración tomo lo que parecían dos piernas y las junto a otro armazón, fue juntando y juntando piezas hasta que consiguió hacer algo, que si bien no era controlable a distancia, se podía mover. El pequeño tenía tanta alegría que sin quitarse el tapabocas siquiera fue a mostrarle a Martín.

El adulto estaba al teléfono. Atendía una llamada importante de un cliente que buscaba un modelo para una marca de zapatos. Una pareja de adultos jóvenes y un niño, preferiblemente parecido a los dos primeros para darle a la campaña un ambiente familiar. Cosas de la publicidad.

Alexis llegó con su invento en brazos. Su primo trató de compartir esto con el sin hacer ruido, con morisquetas, claro. Olvidando el detalle de que no se le veían los labios. El pequeño no sopesó la importancia de la llamada y comenzó a gritar en busca de la atención de su primo.

-Primo, primo, mira lo que hice!!

Dentro de la cabeza de Martin comenzaba a subir la temperatura. Tenía a un primito loco y a un cliente millonario al teléfono.

-disculpe, me puede regalar un momento, debo atender un asunto importante. ¿Si? No tardaré-

Fueron las palabras que le dijo a la secretaria y dejo el teléfono sobre su mesa.

Tomo un pañuelo pequeño y lo hizo bola. Se dirigió a donde estaba Alexis y pellizco la mascarilla que tenía su primo, la jaló separándola de su cara y descubriendo sus mejillas, notoriamente más limpias que el resto de su cara, y la bajó en dirección a su cuello; le dijo lo siguiente con un rollo de cinta en la otra mano:

-Alex, cariño, estoy ocupadisimo. Si te portas bien te daré un premio. Te necesito callado.

El mayor puso en la boca del niño con suma delicadeza el pañuelo y puso tres trozos de cinta sobre sus labios. Quedaron muy bien marcados sobre su boca. Acto seguido revolvió el pelo castaño del niño mientras lo admiraba.

-muy bien- dijo Martin. No me tardo, lo prometo.
-mmphf mmphf- trato de responder Alexis.

Le dió una amistosa cachetada y lo dejó en la sala. El pequeño refunfuñó algo inentendible y se subió el tapabocas para seguir trabajando.
19:39 Jan 2nd
Alkaid

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Mexico

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Feliz 2022
Hola a todos.

Espero qe esten sanos yles deseo a todos que este 2022 sea genial para todos.

13:08 Dec 27th
Gabriel Antonio

País

México
Para anónimo
Bienvenido al foro no había leído antes tan jena historia con un poco de terror,dramatismo y acción i ahí o que quizá te basaste en alguna historío que leíste o te contaron,gracias por tu historia 6 deseo pronto seguir leyéndote con otra historia más. Saludos desde México,a propósito qué edad tienes tú .
12:09 Nov 24th
Leo

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Argentina

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Chicos, estuve leyendo
Chicos, estuve leyendo el foro con atención y veo que han encontrado una forma de encontrar las historias viejas perdidas.
¡¡GENIAL!! No saben lo feliz que ne pone.
Si alguien es capaz se recuperar mis historias (sobre todo las que nunca completé sería un agradecimiento enorme de mi parte y me comprometo a terminarlas a todas.

...el que recupere las historias se lleva un premio ¿?
18:25 Nov 22nd
Leo

País

Argentina

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Chicos no me van a creer
Chicos no me van a creer, tuve que escribir dos veces la historia de "el tratamiento" porque a la primera el foro no me aceptó el post y se borró todo.
Pero bueno, lo volví a escribir y se publicó correctamente (espero...)
18:19 Nov 22nd
Leo

País

Argentina

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"El tratamiento" parte 2
"El tratamiento" parte 2

Los hombres del hospital psiquiátrico sabían muy bien hacer su trabajo, tenían años de experiencia. No les tomó nada de tiempo inmovilizar al chico. Como ordenó la doctora todos los cintos de la camisa de fuerza fueron ajustados, haciendo que lo que antes era un movimiento restringido ahora sea totalmente nulo, los brazos quedaron bien fijados al cuerpo del chico en un abrazo eterno. El nuevo grado de restricción también incluye la correcta colocación de la Correa inferior, hasta entonces no utilizada y que colgaba libre de la camisa.
Obviamente antes de proceder a eso debían, como bien dijo la doctora, despojarlo de sus jeans, era inaceptable que un interno utilice jeans. Rápidamente se lo quitaron dejándolo sólo en ropa interior.
Entonces si fue momento de la Correa inferior, que aseguraba la imposibilidad de quitar la camisa para el retenido, esta pasa por debajo del cuerpo, entre las piernas, partiendo de adelante para ajustarse en la espalda.
La forma de asegurarse de que esté correctamente colocado es serciorar la completa y profunda introducción de la Correa entre las nalgas del paciente, todo por su propio bien. Y estos hombres eran profundamente profesionales en su trabajo, además de haber recibido ordenes directas de la doctora.
Una vez bien asegurada la camisa lo siguiente era inmovilizar las piernas del paciente, el elemento médico utilizado para ello son cintos de cuero muy similares a los usados para la cintura de los pantalones.
Uno se ajusta fuertemente a la altura de los tobillos, y otro a la altura de los muslos, se debe asegurar siempre el total contacto entre las piernas y la rigidez de las hebillas de seguridad.
La mordaza médica reglamentaria para ayudar a los pacientes a guardar silencio consiste en un dispositivo de plástico compuesto por una paleta horizontal y una gan bola, este está unido a dos correas de cuero que se ajustan con hebillas de la nueva del paciente en tratamiento y a un gran cuerpo de cuero que cubre la boca ocultando la existencia de esta y del dispositivo silenciador. Al colocarse en la boca la paleta aplasta la lengua del paciente para su propio bien deteniendola en su lugar a la vez que la bola rellena su boca opacado todo sonido que pueda emitir. El paciente queda silenciado para su mayor confort.
Este es el protocolo que la doctora ordenó a los tres trabajadores del hospital psiquiátrico para aplicar al chico, y fue llevado a cabo a la perfección.

Todas las autoridades, incluyendo a la doctora, sabían muy bien que la salud mental del paciente no requería de ninguna manera algún tipo de atención. Pero, como es sabido, este tipo de prácticas son cada vez menos frecuentes y, de no presentar casos que "necesiten" este tipo de tratamientos el hospital tendría que cerrar y todos perderían sus trabajos.

Además la doctora en persona ha ordenado que se transporte al paciente, en su estado de restricción total, a su domicilio para recibir un "tratamiento especial" de su parte. Y así se hará.
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